Mis tesoros

Para mí no son cachivaches, ni mucho menos los definiría como basura; más bien son mis tesoros, con perdón de aquellos que ni aman los libros, ni los periódicos, porque los míos todos están en su sitio, colocados, no tirados. Estoy sacando muchos, y en esa tarea he encontrado algunos que, como de costumbre, me llenan de ilusión. Cuando estoy escribiendo esto, a las 3:31 de la madrugada, pongo la TVE y pasan una grabación de una biblioteca española que cuenta con 530,000 libros en sus anaqueles, 19 salas y no recuerdo cuantos laboratorios para investigación. Me parece que esos datos no coinciden con nuestra realidad, porque aquí lo de cultura, siempre ha sido lo que sobra del resto.

Uno de mis hallazgos es La mujer en el trabajo, de Laura G. Corella (1978, editorial Fher, S. A. Billbao, España). La emancipación de la mujer, su situación laboral, profesiones netamente femeninas, el trabajo de la mujer casada. La falta de estímulo, una de las causas del lento recorrido de la mujer en el campo laboral. En los años en que el trabajo de la mujer estaba subvalorizado, era aplicable lo que ya hemos expuesto sobre la preparación costosa en tiempo y dinero de una profesional que abandonaba pronto sus tareas. Se mencionaba el caso de la falta de enfermeras en ese momento en España, cuando en realidad sobraban tituladas, que no ejercían la profesión porque la abandonaban al casarse. Otro trabajo, entre los muchos que menciona es azafata de congreso, para lo que se requiere obtener el diploma, una cultura muy amplia y especialmente dos idiomas a la perfección, además de las características físicas de estatura y buena presencia exigible a las azafatas en general.

También encontré Àlle en Español, de marzo 1997, de Editorial América con autorización de Hachette Filipacchi, Francia, y entre los muchos artículos interesantes que contiene está el de sicología masculina muy detallado, “Cómo engañan los hombres”.