Verduras y anticoagulantes

Los alimentos de hojas verdes como el repollo, las acelgas o las espinacas y otros como el brócoli y el coliflor pueden inhibir el efecto de los anticoagulantes en la sangre por su gran contenido de vitamina K.

Miles de personas en nuestro país toman anticoagulantes para tratar enfermedades cardiovasculares, como aquellas que son portadoras de arritmia tipo fibrilación auricular y también las sometidas a cirugía cardíaca, muy especialmente para la colocación de válvula cardíaca metálica. El anticoagulante más conocido en nuestro medio es la warfarina.

La coagulación es un proceso que está constantemente funcionando en nuestro organismo, reparando pequeñas heridas en los vasos sanguíneos, los cuales muchas veces no podemos apreciar, que pueden ser reproducidos de manera espontánea o son el resultado de una enfermedad o un golpe o traumatismo.

De otro lado tenemos personas con alta predisposición a producir trombosis (formación de un coágulo dentro del sistema vascular) y requieren el uso de anticoagulantes para reducir dicho riesgo, como sería el caso de un accidente cerebrovascular isquémico, mejor conocido como embolia o derrame cerebral.

La warfarina actúa como un antagonista de la vitamina K, una vitamina clave en el proceso de la coagulación de la sangre y que se encuentra en los alimentos de hojas verdes antes mencionados. Es imperativo llevar una dieta saludable, muy especialmente aquellas personas que llevan dietas para adelgazar.

Como escribimos anteriormente, las verduras de hojas verdes son ricas en vitamina K y pueden interferir con el proceso de coagulación, por lo que recomendamos comerlas en cantidad limitada (poca cantidad) pero comerlas diariamente, ya que son muy saludables no se debe suspender su ingesta, sino comerlas con moderación.

Un efecto contrario lo encontramos en el consumo de alcohol, vitamina E y el ajo, los cuales diluyen la sangre y pueden provocar que sangren con facilidad aquellas personas que llevan tratamiento con anticoagulantes.