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Negocios

Nuevas oportunidades para escalar al éxito

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Laura Ortiz GüichardoSanto Domingo

Hoy día cualquier negocio en el que se incurra normalmente requiere de mucho dinero. Sumado a la inexperiencia, puede hacer que se cometan muchos errores. Hay que estar conscientes de los riesgos que se asumen, ya que no hay ninguna garantía de que se tendrá éxito.

Esto es lo que ha permitido que empresas como Amway gocen de la aceptación popular del público, que más allá de querer arriesgarse, prefieren irse a lo seguro dentro de un negocio que les permita seguir escalando de la mano de expertos que sirven de guía para obtener los resultados que persiguen y sin disponer de mucho capital.

Ese es el estilo de vida que desde hace cinco años han decidido adoptar Gabriela Porrello y Kenji Kasahara, quienes a pesar de su corta edad han logrado conseguir grandes beneficios dedicándose a este modelo de negocios.

Aunque en un inicio Kasahara cuenta que no se vio muy interesado, cuando por influencia de un tío decidió empezar a conocer sobre las oportunidades de crecer a nivel profesional que ofrece la marca, siempre tuvo en mente que era un negocio de buenos resultados porque había funcionado para su familiar.

Tiempo después, al aceptar la invitación a una actividad relacionada a la empresa de una persona a la que también le había ido bien, su interés resurgió y pensó que si habían personas con altos niveles de resultado, significa que hay mucho más de lo que en un primer momento vió.

Se fue involucrando poco a poco a pesar de que su esposa no quería saber absolutamente nada sobre el asunto, ya que solo conocía lo que todo el mundo sabe sobre la empresa: que es un negocio de ventas por catálogos, y a ella nunca le habían atraído mucho las ventas.

Gabriela narra que cuando su esposo se acercó a ella y le comentó que quería unirse, su primera reacción fue preguntarle si se estaba volviendo loco.

Manifiesta que aunque él nunca la presionó u obligó a formar parte de ese mundo, siempre le mostró un ambiente de progreso que a final de cuentas fue lo que permitió que ella también decidiera adentrarse.

Para quienes piensan que este tipo de negocios representa una forma fácil de conseguir dinero, Kenji resalta que no se trata de que sea fácil, sino de que sea posible obtener resultados a lo largo del tiempo.

Siempre ha tenido muy claro que todo es un proceso, y aunque es cierto que algunos lo tienen más difícil que otros, la realidad es que hay que ser persistentes porque nada se consigue de la noche a la mañana sin siquiera hacer el mínimo esfuerzo.

“Obviamente, como en cualquier otro negocio, hay que hacer sacrificios, pero eventualmente se pueden percibir ingresos residuales, mientras que un negocio tradicional aunque ganas más dinero, tienes más gastos y menos tiempo”.

A eso agrega que es importante tener una visión que permita desarrollarse profesionalmente, la cual no puede lograrse con la idea que se tiene, porque eso es lo que hace que se mantengan estancados en el mismo lugar, por lo que sugiere asistir a charlas para conocer más sobre las oportunidades de negocio que ofrece la empresa.

CALIDAD DE VIDA “A diferencia de los tradicionales, donde mientras más se crece más esclavizante se hace, si se desarrolla correctamente un negocio de redes como este, se puede tener tiempo y la misma cantidad de activos, porque ya hay otra persona que está ahí desarrollando la oportunidad, como resultado de que lo hiciste anteriormente”, explica Gabriela.

Aunque es de las que cree que las mujeres son capaces de hacer todo lo que se propongan, corrobora el famoso refrán que reza: “El que mucho abarca poco aprieta”, teniendo claro que por lo general lo que se tiende a dejar en el olvido es la familia.

Por eso considera que no se trata solo del estilo de vida sino de la calidad de vida que provee, la cual permite dedicarle tiempo suficiente a las prioridades, costumbre que se ha perdido en la sociedad.

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