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COORDENADAS LITERARIAS

“Tras la quimera de entender el mundo”

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Clidia Díaz y Gabriela LlanosSanto Domingo

Al atravesar la puerta de la casa de la coordinadora, Fabiola Herrera, se escucha un coro de conversaciones acompasadas en el punto más álgido del entusiasmo. Nos reciben cariñosamente y nos invitan a pasar al comedor. Allí ponemos rostro a las voces.

Todas mujeres (hay tres varones en nómina pero no asistieron a la sesión), algunas están de pie, otras sentadas, en pequeños o en grandes grupos, gravitando alrededor de una mesa rectangular dispuesta para iniciar la clase. Profesionales, empresarias, madres, esposas, hijas, abuelas... las mujeres que integran la tertulia Palabras Presentes conforman una deliciosa muestra de inquietud por la literatura, la historia, el arte, la vida.

Se reúnen desde hace diez años, todos los martes del mes, defendiendo lo que se ha convertido en un escape semanal, “donde aterrizamos ideas y esquemas de pensamiento lógicos persiguiendo la quimera de entender al mundo”, nos asegura Fabiola Herrera, con el orgullo de haber construido todas juntas un lugar de crecimiento personal y espiritual, “que nos acompaña en todo lo que hacemos, nuestros trabajos, familias, actividades extracurriculares, enriqueciendo tanto nuestro accionar como nuestro reaccionar”.

En Palabras Presentes funcionan mediante módulos (“tres grandes al año”) impartidos por un facilitador (profesor o historiador), que les permiten delimitar el tema, el género o los autores que se irán analizando; unidades de contenido que suelen complementar con talleres o cursos de una o dos sesiones, y que se deciden con anterioridad porque “a veces hay que leerse cuatro o cinco libros por módulo”. Cada martes es diferente, nos explican, pues cada facilitador tiene su estilo, “normalmente es una hora de teoría y la siguiente de comentarios y preguntas”.

“En un lugar de La Mancha...” Durante una charla en una universidad de los Estados Unidos, Jorge Luis Borges comentó que todos los lectores podíamos considerar a Don Quijote como un amigo. ¡Y qué felicidad nos invade al saber que nuestra visita a la tertulia Palabras Presentes coincidiría con su tercera sesión del módulo sobre el buen amigo, el “ingenioso hidalgo” creado por Miguel de Cervantes; la obra más importante de la literatura española y de las más destacadas de la literatura universal.

A las siete y media de la noche, las integrantes de Palabras Presentes se ubicaron en la mesa rectangular; cada una con su edición del Quijote, antigua o moderna, tapa blanda o dura, grande o de bolsillo, pero coincidiendo siempre en las inconfundibles señales que imprime el uso y, especialmente, el disfrute. “Este libro es especial para mí”, nos cuenta Fabiola Herrera, invitándonos a fotografiar su edición ilustrada por el pintor catalán Joan Miró. En el centro de la mesa, las figuras en hierro de Don Quijote y su fiel escudero Sancho Panza otorgan el silencioso beneplácito para que, desde una de las esquinas, el escritor Fari Rosario inicie la sesión haciendo hincapié en uno los aspectos más interesantes de la obra de Cervantes: la multiplicidad de narradores cuyas voces reflejan icónicamente la visión fragmentada del mundo exterior.

El profesor selecciona un pasaje de la historia para demostrar el cambio de narrador. Leonor Elmúdesi de Bancalari da vida a la palabra escrita al leer en voz alta el texto iniciando la dinámica establecida por Fari Rosario, quien analiza la trama, la época en que Cervantes escribió la novela, sus antecedentes literarios (la sátira y la picaresca española) y las diferentes interpretaciones y análisis sobre la novela. Luego vienen las preguntas y comentarios: María Angélica Haza y Jeanne Marion Landais subrayan el uso de los tiempos verbales e indagan en los diferentes mundos que conviven en esta aventura (“¿real, imaginario, onírico?”); Rosa Mariana Brea, Fior D’ Aliza de Valdez y María Antonia Esteva señalan la influencia mutua entre los protagonistas, el fenómeno de la “sanchificación” de Don Quijote y la “quijotización” de Sancho; Luz María Méndez trae a colación un párrafo del libro del mexicano Fernando del Paso, “Viaje alrededor de El Quijote”; Marianela Arredondo comienza a definir al Quijote como “armador del Estado perfecto” y suenan las tres campanas (literalmente hablando) de Varinia Caamaño, la moderadora, fiel a su papel de llamar al orden y ceder la palabra. Algunas proponen hablar de Sancho Panza, otras quieren ir directo a la “supuesta locura” del hidalgo, al humor y a la amistadÖ Pero el tiempo ha pasado volando y llegan al acuerdo de sumar una clase más al módulo del Quijote, para satisfacer así todas las inquietudes planteadas y dedicarle a la cena y al vino la atención que merecen. ¡No lo consiguen! El fascinante Quijote, el bueno de Sancho, ese lugar de La Mancha (quizás Villanueva de Los Infantes) les acompañarán durante la cena y, posiblemente, de regreso a sus casas; en el desayuno con sus familias, en algún receso del trabajo, inmiscuidos en alguna conversación telefónica y, quizás, se les cuelen hasta en los sueños porque la semilla ya está plantada, tanto, que Julissa Álvarez nos confiesa apasionadamente al despedirnos en la calle “¡yo el Quijote lo leo una vez al año!”.

Encuentro. Se reúnen desde hace 10 años, todos los martes, defendiendo lo que se ha convertido en un escape semanal.

Palabras Presentes. Conforma una muestra de inquietud por la literatura.

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