Kairós
1 Corintios (15,20-27a): “Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección”. La fe que tenemos en Cristo resucitado nos lleva a la firme esperanza de que también nosotros resucitaremos. No esperar esta resurrección equivale a no creer en la resurrección de Cristo que para nosotros los creyentes sería como vivir dando palos a ciegas, y sin esperanza para los muertos y sin ilusión para los vivos.