¿Existen las emociones negativas?

Las emociones son reacciones del alma ante las diversas situaciones que se presentan. Las emociones son como un motor que nos moviliza y nos brindan la oportunidad de una vida única, distinta de todos los seres vivos. Nos permiten experimentar la vida en todos sus matices y tener experiencias significativas. Las emociones nos hacen humanos.

Las emociones se manifiestan la mayoría de las veces de forma involuntaria. Puede que a veces nos expongamos de manera consciente a estímulos que sabemos que nos hacen sentir de una manera u otra, induciendo así el estado emocional deseado. Pero casi siempre estas se manifiestan de manera inconsciente y fuera de nuestro control.

En los últimos tiempos, el control de las emociones se ha convertido en un tema ampliamente discutido. Se ha importantizado el control de reacciones naturales y humanas, dándoles una connotación negativa bajo la falsa premisa de que perjudican la eficiencia laboral, académica y hasta interpersonal, ya que supuestamente no nos permiten ver las cosas de manera objetiva y tomar decisiones importantes. Esto crea en el imaginario de las personas la creencia de que las emociones deben ser guardadas para momentos específicos en donde no primen la seriedad y el juicio; o peor aún, deben ser reprimidas para poder funcionar en el mundo de hoy, donde reinan los cánones de éxito.

En lugar de hablar de control de las emociones es preferible hablar del manejo de las emociones. No se trata de poner una barrera para evitar su paso por nuestra vida, lo cual es imposible, sino de aprender a reconocerlas y a reflexionar para descubrir qué aspecto de la situación realmente nos hace sentir de esa manera. Solo permitiéndonos conectar con esas emociones podremos redefinir los pensamientos y las creencias que las originan, y cambiar esa experiencia.

Otro enfoque que conduce a la represión de ciertas emociones y que se ha hecho bastante popular es buscar sentirse feliz en todo momento. Se escucha hablar incluso de que hay ciertas emociones permitidas en los diferentes contextos de la vida, y otras que debemos evitar a toda costa, pues son negativas y no nos permitirán llevar una vida feliz. No hay planteamiento más alejado de la verdad que este. Paradójicamente, evitar sentir estas “emociones negativas” es lo que crea consecuencias negativas y conflictos psicológicos complicados.

En las “emociones negativas” se agrupan la tristeza, la ira, el miedo, la vergüenza y la ansiedad. Se les ha dado esta denominación pues se adopta una visión limitante, enfocada solo en el lado de sombra de estas emociones, que tiende a generar malestar o conflicto. Pero todas las emociones tienen un lado luminoso y, al manifestarse, permiten a la persona ampliar sus posibilidades, madurar y desarrollarse como un ser integral. Por tanto, no hay emociones negativas, hay emociones y punto.

Un camino a la transformación Es importante aprender a reconocer nuestras emociones, y buscar ayuda para desarrollar la capacidad de ponernos en contacto con ellas de manera natural. Dar una mirada a nuestro interior para conocer nuestras emociones, pensamientos y creencias, y darnos el permiso de comprenderlos, nos abre las puertas a la transformación de aspectos de nuestra vida que necesitan de nuestra atención. Nos hace personas más conscientes, mas comprensivas, reflexivas y empáticas.