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FOLCLOREANDO

Tradición sin contaminación

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Siempre he defendido a los portadores de tradiciones, “me mato” con cualquiera si es necesario, porque son patrimonios vivientes, pero tengo que expresar que estoy muy preocupada, hasta triste, de cómo se están manejando algunos de ellos, que incluye hasta los músicos y bailadores. Pero hay que aclarar que ellos necesitan medios de vida para subsistir. Aunque ellos necesariamente no tienen que conocer el vocablo folklore, que lo que hacen es por devoción, por diversión, por costumbre y tradición, a esos portadores no les importa que la gente asista o no a esas manifestaciones que se dan durante el año.

En los años que tengo trabajando el folklore o la cultura tradicional nunca le he aceptado un instrumento musical como regalo, porque ese es un medio de vida, ni tampoco que me toquen gratis y si le hago un trabajo periodístico jamás le cobraría, porque es una forma de yo aportar a nuestra cultura, también para que ellos sepan que lo que hacen tienen un valor incalculable, que es tradición oral, que hay que preservarlo. Todo lo que escribo más arriba es para aterrizar y desahogarme con lo que está aconteciendo con las manifestaciones folklóricas. Algunos centros nocturnos de vez en cuando invitan a estos hacedores para que toquen y bailen las danzas folklóricas, y por supuesto, cobrando una entrada para contribuir con estos hacedores tradicionales. Y me pregunto que cómo es posible que en víspera de las fiestas de San Juan Bautista, que son tres, se estén presentando fuera de su entorno, en el que celebran la ritualidad en honor al santo. Las cofradías o hermandad conllevan un respeto, un ritual y me refiero a las demás cofradías, incluyendo de los congos de Villa Mella. Por qué no se invita a un ballet de proyección folklórica, muchos que hay, que no cobran, porque pertenecen a entidades, que tienen montajes de estas danzas rituales y que la ganancia sea para la celebración de sus fiestas. Ellos no son los culpables, somos nosotros que queremos divertirnos a costa de ellos. Así es que se van transformando las tradiciones, que hasta para el fallecimiento de un cofrade hay que buscar unos chelitos para pagarles a los músicos, porque no lo hacen con desprendimiento, como ocurría antes.

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