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Cómo superar la época de exámenes y no morir en el intento

Hay consejos que le permiten ayudar a tus hijos a prepararse y a salir airosos del proceso de las evaluaciones. Mantener a raya el estrés, antes, durante y después de ellos es una de las recomendaciones.

Novedad. Bien utilizada, la tecnología puede ser un excelente recurso en el proceso de preparación para los exámenes, sobre todo si tiene aplicaciones que le faciliten el aprendizaje.

Novedad. Bien utilizada, la tecnología puede ser un excelente recurso en el proceso de preparación para los exámenes, sobre todo si tiene aplicaciones que le faciliten el aprendizaje.

En muchos hogares, la época de exámenes pone las cosas patas para arriba. Los chicos andan estresados, las rutinas y actividades cambian, hay libros por todos lados y, a veces, los padres no conocen la mejor manera de ayudar. Sin embargo, no hay que preocuparse. Sigan estas recomendaciones prácticas de dos expertas y, podrán, no solo salir airosos, sino quitarles la máscara de monstruo a los exámenes para siempre.

- Establezcan rutinas de estudios. El mal hábito de dejar para última hora los repasos, es uno que necesitan ser dejado atrás. Traten de preparar un plan en el que se establezcan con anticipación horarios para estudiar cada día, tomando en cuenta los contenidos que se necesitan dominar y el tiempo disponible antes del día del exámen. Hacer un plan de estudios con anticipación permitirá además que se den cuenta a tiempo si necesitan ayuda. Cledenin Veras, directora de la Escuela de Educación de la Universidad Iberoamericana, Unibe, explica: “Cuando la asignatura en cuestión resulta de mucha dificultad para el estudiante, probablemente lo más efectivo sea contactar a un tutor que pueda ayudarle a profundizar y a comprender de acuerdo a sus necesidades”.

- Identifiquen su manera de aprender. No todas las personas tienen el mismo estilo de aprendizaje, por lo que es importante que el estudiante se conozca a sí mismo y pueda determinar cuál es su forma dominante de aprender y mediante cuales vías. La psicóloga Cristina Ricart, orientadora del Decanato de Estudiantes de Unibe, explica que hay personas que son más funcionales y productivos de noche, otras por la mañana; unas prefieren estudiar en grupo, otras aprenden mejor en solitario. Lo importante es identificar cuál resulta más efectiva y se adapta mejor a tu hijo/a.

- Sáquenle partido a la tecnología. Bien utilizada, la tecnología puede ser un excelente recurso en el proceso de preparación para los exámenes. “Si en sus dispositivos el estudiante tiene acceso a aplicaciones o programas que le ayuden a reforzar los contenidos que debe preparar para el exámen será una gran ayuda. Muchas de las casas editoras locales ofrecen los libros digitales e incluyen prácticas y evaluaciones que los estudiantes pueden completar para evaluar su propio conocimiento y que esto les sirva como preparación”, asegura Veras. “En temas de historia, ciencias o matemáticas, aparecen vídeos en YouTube en los que se recogen procesos o procedimientos que al verlos de forma aplicada facilitan la comprensión a muchos estudiantes”, dice. Sin embargo, aclara que debe haber un criterio en la selección de estos recursos, pues no suelen estar desarrollados “a la medida” por lo que no deben ser el único apoyo para asegurar un buen desempeño. En cuanto a las posibles distracciones que pueden traer consigo los teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras, la educadora recomienda preparar el ambiente, de manera que todos los recursos que puedan necesitar estén a la mano. “Si se va a utilizar algún dispositivo tecnológico, el material de apoyo ya debe estar seleccionado, para que el/la estudiante solo tenga que iniciar el trabajo, pues la hora de estudiar no es el momento de hacer una búsqueda, pues es justo lo que puede abrir la ventana a la distracción”, afirma.

- Tomen recesos regulares. Para nadie es un secreto que el cansancio disminuye el rendimiento. Cristina Ricart asegura que los horarios de estudio “deben incluir tiempo de descanso de por medio en los cuales puedan distraerse, comer, usar el baño y descansar un poco el cerebro”.

- Mantengan a raya el estrés, antes, durante y después de los exámenes. La preocupación excesiva y la ansiedad por salir bien en las pruebas pueden sabotear el desempeño de un estudiante bien preparado. Aprender a manejar el estrés es un modo de vida. La orientadora explica que parte de la adopción de este estilo de vida es llevar una dieta balanceada, evitando el azúcar y la comida procesada, así como mantener hábitos de sueño efectivos, ya que los altos niveles de azúcar y la falta de descanso promueven la inestabilidad emocional y deficiencias en la regulación de la misma. ¿Otra manera ideal para canalizarlo? Motiva a tus hijos a practicar deportes con regularidad o sacar tiempo para algún hobby que les entusiasme.

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