Colchas: un mundo de color y calor
La inmensa variedad de estampados y tonos permite que la elección resulte ser placentera. No solo brinda calidez al tacto sino también a toda la habitación.

Las colchas y sábanas se han hecho parte de la ornamentación de la habitación, desde hace algún tiempo. Es habitual combinarlas con los demás elementos como el color de las paredes, las cortinas y claro está, elegirlas de acuerdo con la estación y los gustos personales.
Su textura, color, material y sensación serán factores determinantes al momento de su elección, comenta María Gabriela Mendoza, diseñadora y decoradora arquitectónica. Sin embargo, el aspecto visual será determinante.
El cobertor es el elemento que da la calidez a la habitación, afirma la experta. Asimismo comenta que el efecto de varias capas es perfecto para brindar elegancia y sofisticación.
“No hay nada que haga que una habitación se vea más cálida, de lujo y como de hotel que una cama bien hecha con varias capas. Además de esto, juega un papel elemental en que pueda conseguir un descanso y sueño profundo”.
En cuanto a la fusión que debe hacerse entre las colchas y cortinas resalta que es apropiado mezclar texturas y tonalidades de contraste, ya que aportan mucha calidez al cuarto y en especial al área de la cama.
Recomienda agregar todas las que pueda, siempre procurando una paleta de colores que mantengan una unión o afinidad, como es el caso del gris con crema, diferentes tonos de pasteles, violeta y rosado tenue, celeste y amarillo, entre otros.

La tendencia de espacios pequeños en la casa cada vez toma más auge en la edificación de residencias. Ello obliga a que la gente se acomode ‘como pueda’. Claro, a veces la elección de este tipo de viviendas es opcional, pero en realidad es lo que abunda.
Lo cierto es que con o sin mucho espacio hay elementos útiles de la casa que dificultan acomodarlos de manera que no se deterioren. Las colchas son uno de ellos. Hay algunas que son tan grandes que a veces no se encuentra la forma de doblarlas y guardarlas. Solo están bien cuando están tendidas en la cama. Cándida Robustiano, decoradora de interiores, toca este tema y lo pondera como de mucha importancia.
“Yo como profesional y como ama de casa, conozco de cerca lo perturbador que es guardar una colcha, sobre todo ahora que se usan muy voluminosas. A veces queremos botarlas, quemarlas, en fin desaparecerlas porque no hay lugar para ellas en la casa, al menos eso creemos”, comenta.
Pero les tiene una buena noticia. Dice que hay diversas formas de guardarlas de manera que formen hasta parte de la decoración. “Pueden hacerlo doblándolas y construir una especie de otoman con ellas, y lo más chulo, pueden mándarse a hacer un sofá tipo baúl que les permita guardarlas ahí sin estorbar ni alterar la decoración”.
Cándida también valora los doblés en forma de rolos, los que exhorta atar con una cinta para sujetarlas. De esta manera entiende es fácil acomodarlas en un closet, y por qué no, en una esquina de la habitación de modo que parezca parte de la decoración. Es cuestión de sacarle provecho a estos elementos tan necesarios y bonitos, pero que ocupan mucho espacio, considera la profesional.

“Guardar ese tipo de piezas se ha vuelto muy tesioso para las dominicanas por una sencilla razón: algunas tienden a ser compradoras compulsivas y cada vez que encuentran un espacial, una moda o una ‘oportunidad’, compran una colcha. Imáginate las que tienen más de una habitación. Es decir, estamos hablando de que no importa cuán grande o pequeña sea su casa, suelen tener hasta 12, cuatro por habitación, por ejemplo”.
Torres considera que eso es una exageración. Entiende que lo ideal es tener una por habitación e irla cambiando a medida que vaya deteriorándose. “En lo que se va lavando y se seca, poner algo ligero. Es como digo yo: arroparse hasta donde la sábana le alcance”, sostiene sonriendo. Si el espacio lo permite, puede tenerse dos, pero advierte que seis no son 12. Lo ideal es que se aprenda a cuidarlas.
“No comer sobre ellas, no acostarse sudado, no tenderla húmeda... En fin, el cuidado es vital para conservarlas sin verse en la necesidad de tener cuántas colchas le guste a la persona”.
También reconoce que hay quienes se dejan llevar por la temporada y gustan tener varias opciones para ponerse a tono. “En ese caso, préstelen atención a los consejos de Cándida”, concluye sonriendo.