Gastroenterología
La ciencia pone el ‘ojo’ en males intestinales
Los más frecuentes son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa, que están cada vez más presentes en los países de la región, realidad a la que no escapa República Dominicana
En la medida en que los países se desarrollan se van haciendo frecuentes una serie de enfermedades de las cuales la ciencia médica aún no tiene claras explicaciones sobre sus verdaderas causas. Entre ellas están las enfermedades inflamatorias intestinales que afectan el tracto gastrointestinal. Las más frecuentes, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa, son cada vez más comunes en los países de la región, realidad a la que no escapa República Dominicana.
Sus primeras manifestaciones de cólicos o dolores abdominales, diarreas, fiebre y a veces sangrado en las heces fecales llevan a que con frecuencia haya errores en el diagnóstico, ya que tanto el paciente como el médico tratante piensan, de primera mano, que se trata de bacterias, parásitos o problemas nerviosos.
De ahí que todavía la mayoría de los pacientes están tardando entre dos y ocho años para ser diagnosticados con alguna de estas dos enfermedades autoinmunes, que de no tratarse deterioran la calidad de vida del paciente y convierten en un infierno su existencia, debido a que no puede desarrollar una vida plena en el ámbito laboral, escolar y social. A menudo requieren de hospitalizaciones y ser sometidos a repetidas cirugías, y ven aumentado el riego de cáncer.
Motivados por el desconocimiento que aún persiste sobre esas enfermedades, sobre todo en países de América Latina, expertos de la Organización Panamericana de Crohn y Colitis (Pancco), apoyados por la biofarmacéutica Abbvie, convocaron a especialistas de diferentes países y a periodistas de varias nacionalidades, entre ellos de México, Brasil, Argentina y República Dominicana, para discutir sobre el tema, durante el segundo congreso de esa entidad.
El tema central de una conferencia de prensa ofrecida durante el encuentro fue “El impacto creciente en la incidencia de las enfermedades inflamatorias intestinales en Latinoamérica”. Sus expositores: los doctores Flavio Seinwurz, especialista de Brasil; Jesús Kazuo Yamamoto, de México, actual presidente de Pancco, y Mark Silverberg, de Canadá, uno de los países donde mayor cantidad de casos de ese tipo de enfermedades se diagnostican al año.
Los expertos explicaron que los tratamientos han avanzado mucho a través de biológicos que mejoran mucho la vida del paciente, pero que es fundamental fortalecer el diagnóstico, para que se haga de manera temprana y que los gobiernos se involucren para garantizar el acceso a los medicamentos, dado sus costos.
Estas son enfermedades, aseguran, que causan gran sufrimiento en el paciente y la familia, por lo que se necesita que en los países se hable de ello, ya que si se conocen los síntomas, el diagnóstico se hace más temprano.
También ven necesidad de que se capacite al médico familiar, general o de primer contacto para que pueda hacer un referimiento oportuno del paciente hacia los especialistas, que son los gastroenterólogos y los cirujanos colon-retales.
Síntomas
El dolor abdominal, diarrea de más de cuatro semanas de evolución con urgencia al evaluar, pérdida de peso, a veces sangre en las heces y fiebre figuran entre los síntomas más comunes, que deben llamar a alerta. En casos más agudos se presenta daño al tejido intestinal y abscesos o inflamación.
Los factores ambientales y la predisposición genética son, de acuerdo a los especialistas, algunas de las causas probables que están conllevando al incremento de esas enfermedades, y dicen que aunque no hay mucha evidencia científica se presume que la dieta, lo que se come, impacta en la flora intestinal.
Entre esos alimentos, el doctor Silverberg dice que se sospecha que los antibióticos que se inyectan al ganado y al cerdo pueden influir, por lo que hay tipos de comidas que se sugiere evitar.
Dice que se aconseja elegir el pescado en vez de la carne roja, así como aumentar el consumo de frutas y vegetales; evitar las comidas muy industrializadas, las gaseosas y bebidas azucaradas y la comida rápida.
Destacaron los doctores que se piensa también en alimentos refrigerados, pero sin datos científicos para afirmarlo y que tampoco se sabe cuáles son las bacterias que afectan la flora intestinal y le hacen daño.
Fumar
El fumar, de acuerdo al doctor Yamamoto, puede ser una de las causas que contribuyen a la predisposición de desarrollar esas enfermedades, ya que los fumadores tienen el doble de riesgo de padecer la enfermedad de Crohn, y que presentan mejoría después de un año de dejar de fumar.
También hay teorías que indican que la deficiencia en el desarrollo de anticuerpos -porque los niños se exponen cada vez menos a agentes infecciosos, como estar en el piso, entre otros- puede disminuir la capacidad de inmunidad del sistema. Se sabe además que el estrés puede causar cambio en la flora intestinal.
Los países
Explicaron que en Estados Unidos se estima que las enfermedades inflamatorias intestinales afectan a dos millones de personas, y que en América Latina han tenido un incremento significativo.
La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa (EII) son patologías crónicas, autoinmunes y se sabe que el ambiente juega un papel importante en su activación. Aparecen por lo general en adolescentes y adultos jóvenes y se desconocen sus causas.
((Pruebas
Cómo realizar el diagnóstico
Además de estudios en sangre para determinar anemia y otras deficiencias, se recomienda el examen físico del paciente para la detección de fístula anal o cualquier otra alteración que lleve a sospechar de esas enfermedades. También se debe observar la piel, los ojos y los riñones, porque puede crear cálculos renales.
Inmunología Ambas son enfermedades autoinmunes. En este campo, la farmacéutica Abbvie, patrocinadora del evento, informa que desarrolla a nivel mundial más de 150 estudios clínicos activos; más de seis nuevos compuestos moleculares en ensayos clínicos que se encuentran en fase I,II y III; nueve cuadros inflamatorios de origen inmunitario en investigación y tiene más de 50 países con estudios clínicos activos.