La Vida

Libro

Transformación tras el duelo

Rosanna Herrera / Especial para LDSanto Domingo

El duelo puede ser el punto de partida hacia la transformación. Sí, porque éste concepto no siempre encierra lo referente a la pérdida de un ser querido. Un divorcio, perder un empleo, cambiar de casa..., pueden ser motivo de dolor. Para contribuir a que estas experiencias sean superadas con mejores resultados, Rosa Mariana Brea Franco, psicóloga clínica, especializada en crisis, traumas y duelos, especializada en McGill University, Montreal, Canada, puso a circular ‘Comprensión del duelo en el siglo XXI: nuevas perspectivas’. A continuación algunas interrogantes sobre su obra.

1 ¿Qué la motivó a escribir otra versión de su libro sobre el duelo? R. Nuestro primer libro: ‘El duelo: un camino hacia la transformación’ en su segunda edición ampliada y revisada fue lanzado en el 2007; luego de estos años el estudio del duelo, gracias a nuevas investigaciones ha incluido otros temas que antes no se entendían como pérdidas importantes. Por lo que el tema del duelo en este nuevo libro no se refiere a las pérdidas tradicionales que normalmente se tratan, como: la enfermedad, muerte de seres queridos, separaciones o divorcio... Estos temas ya lo analizamos en el libro citado.

2 ¿Qué temas nuevos encontraremos en este libro que acabas de poner en circulación? R. En este libro incluimos nuevas situaciones de pérdidas que vivimos los seres humanos. Algunas de éstas que tratamos son: la pérdida del trabajo, pérdida de una mascota, duelo por inmigración, el drama que viven los huérfanos de la violencia, vivir la pérdida de los padres en la edad adulta, entre muchos otros. Son 20 capítulos, los que se pueden leer en el orden que el lector decida.

3 Usted habla en su libro de duelos no validados. ¿Qué explicación daría a estos tipos de duelos? Efectivamente, éste es uno de los aportes de este nuevo libro: entender los duelos no validados nos amplía la visión y comprensión del duelo. Validado quiere decir aquellos duelos que no son reconocidos o considerados importantes por las personas que rodean al doliente. Un ejemplo de estos sería vivir la pérdida de un amigo querido, un padrino o madrina que fungió de figura principal en la vida de la persona; es decir la relación no se reconoce como significativa y no recibe el apoyo que el doliente necesita; así también la pérdida puede no ser reconocida importante, como sufrir un aborto o la pérdida de una mascota.

4 Usted se refiere también a las pérdidas ambiguas. ¿Cuáles serían estas? Pueden ser de dos tipos: las personas están presentes físicamente, pero es como si su mente no está con ellos, por ejemplo, las personas que sufren accidentes cerebrovasculares, Alzheimer, personas en estado de coma, con enfermedades mentales, las personas viven un duelo extraño, pues su ser querido está, pero no está. Por otro lado, las personas psicológicamente presentes, pero físicamente ausentes, como familiares que están desaparecidos, o que están recluidos en la cárcel por muchos años. Es muy difícil vivir estos tipos de duelos.

5 En su libro encontramos un capítulo que nos llama la atención, este es “El protocolo del duelo”. Este capítulo del libro surge por lo que las personas que me han consultado todos estos años me han contado de cómo se han sentido cuando han vivido perdidas en su vida. Sabemos que un duelo del que ningún ser viviente está exento de vivirlo puede ser una experiencia complicada dependiendo de muchos factores; entre estos uno de los más cruciales es como estos dolientes son comprendidos y acompañados a través de su proceso; por esto en este capítulo explico que debemos decir y que no decir ante un amigo o familiar cercano que ha tenido una perdida sensible, como debe ser nuestra actitud al inicio y en los meses sucesivos del proceso; además abordo lo que los dolientes esperan más de los demás y que los puede ayudar y que no, en las perdidas súbitas, como los accidentes, los homicidios y los suicidios, considerados duelos en su mayoría traumáticos.

6 ¿Hay diferencias entre cómo un hombre y una mujer viven los duelos? Yo te diría que estas diferencias de género tienen que ver más con lo que la sociedad espera de los hombres y de las mujeres ante las perdidas. Sabemos que las mujeres son más socializadas para expresar sus sentimientos y hablar de estos, mientras que los hombres son más proclives a inhibirlos. No obstante, en nuestra consulta vemos cada vez más mujeres que ante una pérdida tienen actitudes más prácticas y racionales y hombres más sensibles y emotivos. No hay una manera única ni correcta de vivir un duelo, se debe tomar en cuenta la personalidad, el tipo de vínculo, educación recibida en la familia y la cultura a la que se pertenece. El duelo recordemos, es una experiencia relacional.

Tags relacionados