La Vida

REALIDAD Y FANTASÍA

Entró el calor de repente

María Cristina de CaríasSanto Domingo

De pronto llegó el calor, un huésped poco deseado. Habíamos tenido un clima sumamente agradable, hasta ahora bastante fresco y hasta un poco frío en momentos. Emma empezó a resoplar desde temprano, el abanico de la cocina empezó a funcionar, después de muchos días de inactividad. Cuando me sirvió el café, me hizo la advertencia: “Doña, ¡se metió el calor”! Como si fuera un ratón que se hubiera colado en la cocina. Al mediodía tuvo que ir a darse un duchazo porque el sudor la agobiaba. En realidad mayo siempre ha sido un mes caluroso, no obstante, nos habíamos acostumbrado al delicioso clima y esta irrupción de ese poco deseado elemento que nos agobia, casi nos ha cogido de sorpresa. No tendremos más remedio que acostumbrarnos y conformarnos, como lo hemos hecho todos los años. Es un nuevo ingrediente que sumar a la lista de desagradables elementos con los que tenemos que luchar. Las marchas verdes que tan atractivas son para la mayoría, serán ahora incómodas debido al sudor y la furia del sol. Puede ser que este incomodo elemento nos ayude en la lucha contra la delincuencia, porque estar montado en una moto con este calor infernal puede derrotar a los bandidos más rápidamente que a la policía. Así se convierte en un aliado para sacar a los delincuentes de las calles. Tengo que discutir este tema con Emma, de seguro que ella tendrá algo qué sumar al asunto.

Tags relacionados