El control de la velocidad para salvar vidas

Las medidas de control de la velocidad previenen muertes y traumatismos en la carretera, y contribuyen a mejorar la salud de las personas, así lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras señalar que la velocidad excesiva o inadecuada es la causa de una de cada tres víctimas de accidentes de tránsito en el mundo.

En su nuevo informe titulado Managing speed (“Gestión de la velocidad”) la entidad resalta que cerca de 1.25 millones de personas fallecen cada año en las carreteras del mundo, y entre el 40 y 50 % de los conductores no respeta los límites de velocidad señalizados.

¿Quiénes circulan a mayor velocidad? Según la OMS, los conductores varones, jóvenes y que han consumido alcohol son más propensos.

Esta actitud ante el volante se refleja en la tasa de mortalidad. De acuerdo con la OMS, los accidentes de tránsito continúan siendo la principal causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, y se calcula que cuestan a los países entre el 3 % y el 5 % de su PIB y sumen a muchas familias en la pobreza.

Sin embargo, indica la entidad, solo 47 países siguen unas prácticas correctas en relación con una de las principales medidas de control de la velocidad: el establecimiento de un límite máximo de velocidad de 50 kilómetros por hora en las zonas urbanas, que las autoridades locales pueden reducir en las calles cercanas a las escuelas, residencias y comercios.

La doctora Margaret Chan, directora general de la OMS, dice: “La velocidad excesiva o inadecuada es la principal causa de los traumatismos por accidentes de tránsito, un problema de ámbito mundial, atajando solamente este problema, los países lograrían una mejora inmediata de la seguridad vial, tanto por lo que respecta a la reducción de la mortalidad como a la mayor proporción de personas que se desplazarían a pie y en bicicleta, y los efectos sobre la salud serían profundos y duraderos.

ESTAS SON ALGUNAS DE LAS MEDIDAS QUE DA LA OMS PARA CONTROLAR LA VELOCIDAD

1 Incorporar a la construcción o modificación de las calles y carreteras elementos que pacifiquen el tránsito, como rotondas y badenes.

2 Dotar a los vehículos nuevos de innovaciones tecnológicas, como los sistemas inteligentes de adaptación de la velocidad y de frenado de emergencia.

3 Establecer límites de velocidad adecuados a la función de cada tipo de vía.

4 Hacer que se respeten los límites de velocidad, tanto por métodos automatizados como mediante controles realizados por agentes.

5 Sensibilizar sobre los peligros de circular a una velocidad excesiva o inadecuada.

(+) BAJAS TASAS DE MORTALIDAD

La OMS asegura en su informe que las tasas de mortalidad por accidentes de tránsito son casi tres veces más bajas en Europa que en África.

En las últimas décadas, Países Bajos, Reino Unido y Suecia han sido los países que han logrado reducir más drásticamente las tasas de mortalidad y de traumatismos por accidentes de tránsito.

Han abordado el problema con un enfoque amplio, priorizando la conducción a una velocidad segura como uno de los cuatro componentes del denominado “enfoque de sistemas para la seguridad vial”, que abarca la vía pública, el vehículo y el usuario.

En estos países, señala la OMS, los responsables municipales han sido de los principales impulsores de un movimiento creciente, a menudo promovido a nivel local, que aspira a transformar las ciudades y hacerlas más habitables para todos.

“La reducción de la velocidad y la mejora de la seguridad comportan beneficios adicionales para la población, como el aumento del uso de la bicicleta y de los desplazamientos a pie, así como la reducción del ruido y de la contaminación atmosférica”, indica.

Estas acciones también contribuyen a mejorar la salud, ya que disminuye la incidencia de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y otras enfermedades no transmisibles.