Que vuelvan a ser bellos destinos

Buen día, queridos lectores. Espero estén bien y que las lluvias que caen no hayan afectado sus casas ni su desenvolvimiento cotidiano. Y precisamente, a propósito de esas aguas, es que hoy no quiero tratar ningún destino en específico. Hoy quiero apelar al Todopoderoso para que cesen los aguaceros, primero que todo por los seres humanos que se ven afectados con este tipo de desastres de la naturaleza. Y luego, porque me duele que se afecten los polos turísticos de nuestro país, que ahora mismo son el mayor pilar de la economía nacional. Sabemos que República Dominicana cuenta con infraestructuras seguras en todo el sentido de la palabra, pero las lluvias tienden a afectar las áreas donde se encuentran, y ello provoca una merma en el hospedaje. Esto no va solo en detrimento de los propietarios de hoteles, sino de los mismos vacacionistas nacionales y extranjeros, pues no pueden disfrutar al máximo de todo el potencial de nuestra media isla.

Es esa realidad que, como ciudadana ligada al mundo de turismo, me preocupa la situación, y por eso pido a las autoridades el rápido reestablecimiento de las zonas afectadas por las lluvias y que concentran diversos atractivos turísticos. Todos los lugares son importantes, y reitero, sobre todo, las personas lo son. Así que mi llamado lo baso en el turismo porque como dije anteriormente, es fuente de trabajo de muchas de esas familias que han perdido sus enseres por las lluvias y que necesitan continuar trabajando para reponerse de las pérdidas. Estoy segura que las autoridades gubernamentales, que ya están trabajando en las zonas vulnerables, rehabilitarán los puentes y carreteras, y darán ayuda a los necesitados, para que nuestro país vuelva a la normalidad. Oremos a Papá Dios para que cesen las lluvias. Hasta la próxima. Chao.