Llegaron las lluvias

Ha llovido sin compasión, como si se estuviera cayendo el cielo. El fenómeno no es solo nuestro, aunque lo sintamos en los huesos; llueve en otras partes del continente y en otros lares también.

La costa norte está anegada. Todos los días nos enteramos de nuevos desastres y nuevas tragedias.

El clima ha cambiado, ya se siente el friíto navideño. Esto provocaría un gran gozo y alivio después de los calores agobiantes que sufrimos en días pasado, pero la catástrofe de los pueblos y campos del norte no nos deja tener el ánimo alegre. Aunque muchos dicen que estas lluvias traerán mucho bien al campo, la tragedia humana no se puede aliviar si no es con ayuda, mucha ayuda de parte del Gobierno y de las entidades que se puedan solidarizar.

El fenómeno de la Niña tiene amenazados a muchos otros países, una onda tropical se acaba de formar en la vecindad del archipiélago de San Andrés, de cara a los países centroamericanos, todos nos empapamos sin remedio.

No sabemos cuánto tiempo vamos a durar en estas circunstancias, rogamos a Dios que cesen pronto las intensas lluvias y que tengamos una Navidad tranquila, con cielos despejados, clima benigno y mucha, mucha felicidad en todos los hogares, sobre todo en aquellos que han sufrido el embate de la naturaleza, gracias a la ayuda solidaria del Gobierno y del pueblo dominicano.