Hazaña

Joven de RD gana tres olimpiadas

Desde pequeño Ricardo Ramírez Jorge era muy bueno con los números. La física era su materia favorita en la escuela, ya que se le hacía más fácil, y podía resolver los problemas de manera empírica, asegura.

Esto lo llevó a representar el país en varias olimpiadas a las que ha ido desde los 12 años, cuando participó por primera vez, al darle la oportunidad de conocer otros países por su dedicación a los estudios.

Este año, aparte de haber culminado el bachillerato en la escuela Loyola, el joven compitió en tres olimpíadas de física en El Salvador y Uruguay. Una gran satisfacción confiesa haber sentido, cuando quedó dentro de los cuatro que viajarían a El Salvador a representar el país, sensación que volvió a experimentar cuando quedó para las olimpiadas que se celebraron en Uruguay, ambas este año. “El Ministerio de Educación hace la convocatoria a todas las escuelas del país, y a través de un examen se eligen a cuatro estudiantes; y que yo quedara dentro de éstos me llena de orgullo”, comenta.

A pesar de ser muy joven, a sus 18 años, Ricardo sabe lo que quiere para su futuro, ser un ingeniero eléctrico. Además considera que para estas olimpiadas el gobierno debería ayudar más a los participantes en cuanto a la preparación para las mismas. “El ministerio de Educación se encarga de ayudarnos con el visado y los papeleos. Por primera vez, dos estudiantes del país ganamos mención de honor, y para poder ganar premios mayores hay que entrenar mejor y esto se logra asignando maestros para que ayuden a los estudiantes a reforzar y mejorar sus conocimientos antes de la competencia”.

Evaluación y selección Los participantes son sometidos a varias pruebas escritas y orales que son evaluadas por un jurado que determina luego de calificarlas, quiénes son los competidores más destacados.

Una manera creativa que tiene Ricardo para que los jóvenes pongan más empeño a la Física: “Es ver las fórmulas de manera práctica, no tantas teorías que suelen confundir y entonces no sabemos la razón de la materia. Además, es preciso invertir en la capacitación de los profesores para lograr la calidad de los estudiantes”, considera. Tomó un examen teórico y uno práctico, y en ambos recibió mención de honor. De todos los centros educativos del país se hace un examen una vez al año, se elige a cuatro estudiantes y él fue uno de ellos.

Compromiso y mucha dedicación “Duramos una semana participando. Cada día nos daban una prueba. Cada tapa tenía una estación preparada exclusivamente para ella. La decoración de la mesa era alusiva a las tapas. Por ejemplo, donde se servía el sushi, tenía pescado fresco colocado en hielo, de igual forma las demás áreas”, cuenta Ricardo Ramírez Jorge.

El Ministerio de Educación se encarga de ayudarles con los trámites del viaje, pero se necesita más apoyo para poder hacer un mejor trabajo y representar bien al país.

Tags relacionados