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OJO CON LA VISTA

Queratitis por acanthamoeba

La queratitis por acanthamoeba, reconocida por primera vez en 1973 es una infección parasitaria rara, considerada una amenaza en oftalmología, afecta con mayor frecuencia a los usuarios de lentes de contacto. A menudo se caracteriza por dolor desproporcionado a los hallazgos y la aparición clínica tardía de un infiltrado estromal en forma de anillo. Es a la vez difícil de diagnósticar y difícil de tratar.

Dos de las ocho especies conocidas de acanthamoeba, A. castellanii y A polyphaga, son responsables de la mayoría de las infecciones. Se encuentran comúnmente, amebas de vida libre que se han ubicado en diferentes ambientes: piscinas, jacuzzis, agua del grifo, agua de la ducha, y solución para lentes de contacto. Los factores de riesgos incluyen el desgaste de los lentes de contacto, la exposición al organismo (a menudo a través del agua contaminada), y el trauma córneal. Los bajos niveles de anti-IgA acanthamoeba en lágrimas también se ha demostrado que es un factor de riesgo. Se cree que más del 80% de la queratitis por acanthamoeba aparece en usuarios de lentes de contacto. En un estudio, el 75% de los pacientes eran portadores de lentes de contacto; 40% usaba lentes blandas al día, el 22% usaba lentes rígidas permeables al gas, y el 38% usaba el uso prolongado o de otras lentes.

Dado que el tratamiento es tóxico, muy largo, y no necesariamente eficaz, la prevención es esencial. Los portadores de lentes de contacto se les debe enseñar cómo limpiar sus lentes de contacto correctamente. Ellos deben recibir instrucciones de no usar agua del grifo o incluso una solución salina para limpiar sus lentes. También deben ser instruidos para visitar a un oftalmólogo a la primera señal de problemas. El diagnóstico de queratitis por acanthamoeba es difícil y con frecuencia se retrasa. Los primeros síntomas pueden ser leves y no específicos. Posibles hallazgos incluyen irregularidades epiteliales, infiltrados epiteliales o subepiteliales, y seudodendritas. Señales posteriores incluyen infiltrados estromales, lesiones satélites, defectos epiteliales, keratoneuritis radial, escleritis y uveítis anterior (con la posible hipopión). Señales avanzadas incluyen adelgazamiento estromal y la perforación de la córnea.

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