Carta al portador

El filósofo italiano Umberto Eco, fallecido en febrero de este año, escribió para las navidades una carta a su nieto. Pero quizá no pensó el impacto que esta tendría cuando, durante su funeral, el niño la leyó y el mundo supo de su contenido.

La extensa carta, que puede ser encontrada en varios sitios de internet, abarca temas tan amplios como la diferencia entre lo que la pornografía vende como sexualidad y lo que en realidad es, la importancia de la memoria colectiva y la posibilidad que hoy tenemos de usar internet no solo para chatear con nuestros amigos, sino también para “chatear” con la historia del mundo.

La red de redes se ha encargado de difundir la carta y la ha convertido en un llamado a las generaciones actuales para que no se pierda algo que a veces por comodidad ignoramos: la memoria.

Entre otras cosas, Eco aconsejó a su nieto a no depender de las nuevas tecnologías cuando se tiene una máquina tan impresionante como el cerebro.

Pero es difícil dejar de lado a Google y Wikipedia cuando se está en apuros. De ahí que Eco no desaconsejara el uso del internet para buscar informaciones puntuales. Lo que sí hizo fue pedir que no sea esta facilidad una excusa para no memorizar. “Trata de recordar lo que leíste para no verte obligado a buscarlo por segunda vez cuando tengas una necesidad imperiosa”, atinó el abuelo.

Y, como para sacar provecho del cerebro hay que ejercitarlo, también se tomaron el tiempo para recomendar ejercicios para este órgano.

Memorizar diariamente un verso o poesía corta, las posiciones de los jugadores de fútbol o cualquier otra cosa de nuestro interés...

El fin es memorizar.

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