KAIRÓS
Recibir a Jesús
“Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna”. ¡Ay de la vida eterna! Si en verdad se creyera en ella, los cristianos no hicieran tantos disparates.
Hubiera menos egoísmo, envidias y traiciones.
Recibir a Jesús es una gracia que se recibe desde arriba. Nadie puede experimentar esta dicha si no está dispuesto a renunciar a aquellos defectos que le esclavizan.