FÁBULAS EN ALTA VOZ
El privilegio de ser periodista

Recuerdo que desde pequeña me gustó el periodismo. Mi madre, una maestra asidua a la lectura, repasaba diariamente todas las páginas de LISTÍN DIARIO.
Con frecuencia le decía que yo quería ser periodista para trabajar en este diario. El tiempo pasó y el momento de decidir mi carrera universitaria llegó. No lo dudé. Siendo de una familia exageradamente larga y con profesionales de áreas muy ajenas al periodismo me atreví a hacer realidad mi sueño. Hoy agradezco a Dios, a mis padres y a mis hermanos el apoyo brindado para lograr ser una más de los profesionales que hoy celebramos el Día Nacional del Periodista.
Es un privilegio pertenecer a esta clase, pero no por la profesión per se, sino por las oportunidades que, a través de los medios tiene un periodista para ayudar a la población cuando bien usa las herramientas que esta carrera pone en sus manos.
Con la idea de que los comunicadores dominicanos realicemos un trabajo más acorde al sacerdocio que en realidad debe ser el periodismo, viajé a una ciudad fabulosa donde ser un comunicador social va más allá de dar a conocer los hechos a través de la noticia. Donde al graduarte asumes un compromiso con la sociedad, no con la particularidad, y lo más importante, donde el deber cumplido es tu mayor remuneración.
No quiere decir esto que el periodista de esa ciudad fabulosa realiza un trabajo gratuito. No, jamás. A ellos se les paga no solo por lo que hacen, sino también por el peligro al que se exponen en su afán por mantener informada a la comunidad y por ir en su auxilio siendo la voz de los que no tienen los medios para levantar la suya.
Allí el privilegio de ser periodista lo da el respeto que se le dispensa a este profesional por labor social que realiza, mientras que en nuestro país, pocas veces se consigue que se le valore en su justa dimensión. Amen de esto, al menos para mí, ha sido una verdadera satisfacción haber cumplido el sueño de ser periodista, de trabajar en este diario, y lo mejor, de haber podido, en estos 22 años de carrera, apegarme a este sacerdocio. ¡Felicidades para mis colegas!