Pintura y escultura, juntas en una muestra

La segunda exposición del artista Leino Cabral sorprende a los críticos de arte, coleccionistas y público en general con la novedosa producción de sus ‘esculto-pinturas’.

Estas obras son recogidas en una colección inédita, bajo el título “El reino de la inocencia”, mostrada en el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos, donde el creador devela la intención de su universo plástico, inspirada en su primera juventud, cargada de frescura, alegría, y una cosmovisión que trasciende la fábula, la magia que nos contagia al mirar su producciones.

En su obra, realizada en soldadura en aluminio y con su pigmento en óleo, imprime una textura encantadora, que nos conmueve y nos adentra en su exploración de los recuerdos de su infancia en Villa Juana, cuando acompañado de su hermano, el escultor Freddie Cabral, jugaba con el soplete y la soldadura para convertir materiales de desecho y piezas inservibles en extraordinarios juguetes.

Su niñez feliz es el halo conductual en toda su obra. Materiales y pigmentos atraen a este artista autodidacta, que vuela con una conciencia de pionero en este tipo de obra.

Una fi guración con abstracción

La atmósfera lograda de una lectura entre la figuración, abstracción a lo Dubuffet y Basquiat, con un empaque muy personal de este artista, que realiza sus obras cargadas de humorismo, de ese lado lúdico que acompaña la intención lograda. Leino es un artista intuitivo, comienza su trabajo plástico como un chamán que antes de iniciar su obra piensa y medita cada una de sus secuencias estéticas que nos impactan. Con su capacidad de sorprendernos en cada pulgada, en cada simbología de sus magistrales obras, que nos llevan al reino de la inocencia.