SONRÍE CON SALUD

¿Por qué extraer los terceros molares?

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Dr. Wadid CastilloEspecialista en periodoncia e Implantes

Llamados también cordales, último molar, molares del juicio, del entendimiento, de la sabiduría y muchos otros nombres más estos salen durante la etapa del desarrollo puberal desde los 15 hasta los 25 años, período en el cual el ser humano alcanza la madurez en su aspecto físico, psicosocial y reproductivo.

Durante la erupción de los terceros molares, el paciente siente mucho dolor, en la mayoría de los casos debido a su localización que no permite tener cierta libertad para salir y como no tienen un diente guía o predecesor, muchas veces se retienen, destacándose parcialmente la corona; esto puede producir una pericoronitis o inflamación de los tejidos circundantes. Por la posición que presentan, se dañan con mucha facilidad, ya que estos molares son de difícil acceso para la higiene y tratamiento al estar tan atrás y tener estructuras anatómicas cercanas que impiden que el cepillado y el paso del hilo sean correctos.

Los riesgos que conlleva no extraerlos son: caries, inflamación e infección de los tejidos cercanos, bolsas periodontales, traumas, quistes, tumores, daños al molar vecino, apiñamiento dental, pérdida del tejido de sostén (hueso y encía), sensibilidad dentaria, interferencias oclusales e imposibilidad para la colocación de prótesis.

Cuando se dañan, tienen caries o comprometen la salud del diente vecino es mejor extraerlos. Su rehabilitación es muy difícil, pues las raíces de los terceros molares suelen ser curvas y esto impide realizar un tratamiento de sus conductos eficientemente, además por su posición de difícil acceso, cuando intentamos completar el sellado de la cavidad, resulta muy complejo y puede traer consecuencias futuras de contaminación por filtración de los agentes bacterianos debido a que no se ha logrado un sellado apropiado.

Es preferible extraerlos cuando sus raíces no están completamente desarrolladas, a los 16 o 17 años de edad. Después que las raíces logran alcanzar su tamaño o extensión hay mayor retención y se torna un poco más compleja la terapéutica quirúrgica. Además, cuando las raíces ya están formadas, tienden a ser mayores los movimientos que van a producir apiñamiento de aquellos dientes de una sola raíz.

Luego de su extracción, el cuidado postoperatorio es importante, pues de este depende que el proceso de recuperación sea lento o rápido. La persona intervenida debe morder una gaza durante 15 minutos en la zona de la extracción para mantener la hemostasia y no escupir durante las primeras 48 horas para no romper el coágulo. La higiene de los dientes debe hacerse con un cepillo extra suave y después de las 24 horas realizar aplicaciones directas en spray o enjuagues de antisépticos como la clorhexidina, que mantendrán la zona libre de bacterias y hace posible una cicatrización mucho más rápida.

El paciente debe ingerir alimentos suaves a temperatura ambiente y líquidos fríos, aplicarse compresas frías el día de la extracción, tomar analgésicos antiinflamatorios y antibióticos, y a las 72 horas, si persiste la inflamación, colocar compresas de paño caliente que ayudarán a la vasodilatación.

Como profesional de la salud oral, puedo destacar que hoy en día, la extracción de los terceros molares es muy común debido a que se le enseña al paciente la importancia de la prevención, siendo esta el pilar de la práctica odontológica actual, ya que en el pasado se realizaba una odontología basada en la corrección de las enfermedades ya instaladas. Es por esto que hay que enfatizar la importancia de las visitas periódicas al dentista.

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