Consecuencias de la vanidad en la relación

Proyección. Es importante evitar la preocupación por lo que somos y tenemos para garantizar una relación más sana y estable.

Proyección. Es importante evitar la preocupación por lo que somos y tenemos para garantizar una relación más sana y estable.

Existen diferentes aspectos a cuidar en una relación de pareja. Entre ellos considero la comunicación como uno de los más importantes si no el más de todos. Es a través de la comunicación donde transmitimos y escuchamos los mensajes que nos ayudan y enseñan a conocer, y a mostrarle a nuestra pareja cómo somos, logrando con el tiempo crear un código único entre ambos, pero: ¿Qué sucede con lo que comunicamos a través de la conducta, las redes sociales y las prioridades que establecemos en la vida? y ¿cómo afecta este afán por estar “alante”, a la relación de pareja?

Hemos observado cómo en los últimos años la vanidad ha logrado arrastrar a algunas personas a realizar acciones que deterioran sus relaciones de pareja, e incluso su salud física y mental.

El mundo nos presenta una falsa imagen del éxito, la belleza y la importancia de ser admirado por los demás, todo basado únicamente en lo externo, lo cual hace que cada vez más personas envueltas en esta competencia muestren conductas de excesiva confianza y una creencia aparente de tener una capacidad propia y una atracción muy por encima de otras personas y cosas.

Ser admirado La vanidad es el orgullo basado en cosas vanas. Se caracteriza por comportamientos como la arrogancia, el envanecimiento y deseo de ser admirado por el alto concepto de los propios méritos.

Son personas que se vanaglorian de lo que hacen, de lo que son, de la imagen que dan; manifiestan con frecuencia engreimiento, petulancia, pedantería, llegando a tratar a su pareja y a todo el que le rodea como seres inferiores y descalificando sus capacidades y acciones. Esta situación crea malestar y desgaste en la relación de pareja pues quien vive al lado de una persona vanidosa suele experimentar la sensación de nunca lograr llenar sus expectativas, ni satisfacer sus necesidades ya que siempre se muestra inconforme y nada de lo que recibe es suficiente.

Las personas vanidosas por lo general intentan engrandecerse ellas mismas para poder tranquilizar esa inseguridad que es simplemente la confirmación de que no hay nada de cierto en su afán por hacer pública su vida privada a través de todos los medios y redes sociales posibles.

La intimidad, la exclusividad en la relación y el respeto son pilares de la supervivencia y mantenimiento de una sana relación de pareja, la cual se ve claramente amenazada con esta conducta y necesidad, a veces obsesiva de admiración y buscar tener y acaparar la atención de incluso personas del sexo opuesto, creando tambien un deterioro en la confianza de la pareja y dando origen a la creacion conflictos e incluso la ruptura definitiva.

Paradigma: Es muy importante estar vigilantes de la conducta que adoptamos, pues estamos en una cultura predominante en la que a la inmensa mayoría de las personas no les interesa “lo que son”, sino “cómo se ven” o qué calidad de imagen proyectan. La mujer y el hombre de la sociedad se lanzan a participar en esa carrera de las apariencias, en el típico afán de cómo lograr mejor impresión. Jugamos a las exhibiciones económicas para competir por la imagen social, un combate en el que a los seres humanos no les interesa el Ser, sino el tener y parecer. Situación esta que hace que las relaciones verdaderas y los vínculos importantes queden en un segundo plano, restándole el tiempo y la importancia que ameritan.

En muchas ocasiones esta “necesidad” se convierte en el motor de la vida de algunas personas, desplazando a la pareja en su obsesión por ser admirado, por salir en la foto. Por lograr esto, algunos hombres y mujeres suelen afrontar riesgos de salud y realizar acciones como infidelidades a fin de obtener beneficios materiales que alimenten su vanidad.

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