Marzo es un mes monótono

Marzo es mes fatídico en la historia. Este mote lo adquiere después del asesinato de Julio César. A Emma no le gusta este mes, no porque sepa del vil asesinato en la antigua Roma, sino porque después del trajín de diciembre, la cuesta de enero y las festividades de febrero, marzo definitivamente no tiene grandes atractivos. A los ojos de mi factótum, se trata de un mes ¡sin ángel! Oí en las noticias que Mario Vargas Llosa lanzó su nuevo libro, llamado “Las cinco esquinas”; se me ocurrió que este podía ser un acontecimiento que podría rescatar el mes, a los ojos de Emma. ¡Vana esperanza! Apenas le conté la noticia, empezó a despotricar en contra del escritor. Me echó en cara mi falta de patriotismo, ya que ese tipo, dice Emma, arremetió en contra del país, comparándolo con el régimen nazi. Me resigné y no seguí insistiendo, pues me di cuenta que para ella, marzo seguiría siendo un mes sin emociones.

Es curioso cómo los acontecimientos que acaparan la atención de la gente suceden en ciertos meses, dejando los otros vacíos de emociones. En diciembre las fiestas duran todo el mes, en enero se repone la gente de tanto gasto y emociones, además de celebrar la fiesta de la Altagracia. Luego en febrero, comenzamos con la fiesta del amor y seguimos con los carnavales y la conmemoración de la Independencia. Luego el año continúa monótonamente, con el paréntesis de la Semana Santa que varía de fecha. Abril, mayo, junio, julio..., no tienen nada de emocionante, solo las vacaciones para los estudiantes. En agosto y septiembre solo estamos pendientes del clima y de los ciclones. En octubre tenemos la fiesta de las brujas, luego en noviembre celebramos Acción de Gracias, otra fiesta importada. Definitivamente el año está mal repartido...