¡No a la victimización!

Los seres humanos jugamos muchos roles para vivir y a veces hasta para sobrevivir.

Esos papeles deben ser jugados con el objetivo de ser y vivir lo más feliz que se pueda. Sin embargo, hay uno que se debe evitar por encima de todo, ya que no entra dentro de la ecuación de la inteligencia emocional: se trata de la victimización.

El rol de víctima es el que asumen muchas personas, donde la autocompasión y la lástima se apoderan de la persona. Estas personas son aquellas que andan transmitiendo negativismo e infelicidad.

Los pensamientos negativos se convierten en conductas negativas y por ende en un ambiente negativo y tóxico.

Las víctimas siempre andan buscando una persona externa que los rescate de su miseria emocional, sin embargo, ese querer ser rescatado nunca sucede ya que nadie rescata a nadie, por lo cual se convierte en un círculo vicioso. Esto es una irrealidad porque realmente la víctima ve la realidad totalmente distorsionada.

Idealizan la vida de los demás, entendiendo que es mucho mejor que la propia y que fueran más felices si las de ellos “fuera así”, como esto es totalmente distorsionado, no tienen la capacidad objetivamente hablando, de ver observar su propia vida posibilidades que realmente tienen. En vez de esto, optan por valorarse solo por aquello que no poseen, perdiendo la perspectiva de aquello que si tienen, no son capaces de verlo.

Cualquier logro no alcanzado es visto como un fracaso más, en vez de aprender de ello, se autoafirman en su rol de víctima y de fracasado.

Para salir del rol de víctima es necesario y se hace obligatorio reconocer que se está en ese rol. Es uno de los pasos más difíciles, ya que las víctimas se regodean en esa posición, es su zona de confort porque es la que conocen, y tienen mil y una justificaciones para estar ahí. Por esto, reconocer que se está jugando este rol, no es fácil, pero salir de él, depende de este primer paso.

Luego de haber reconocido que se está ahí, es dar el salto a atreverse a tomar el control de su vida, asumir que cada cual es protagonis ta de su propia historia, y que no vale justificación alguna para no ser el responsable de las decisiones.

Autoconocerse La persona que se maneja desde la posición de víctima tiene obligatoriamente que trabajar su autoestima y autovalía, debe aprender a creer en sí misma y reconocer tanto sus habilidades como sus debilidades. Y por supuesto, debe dejar de ver la vida de los demás como la buena y valida y enfocarse en su propia vida. Entender que los fracasos no son tal, simplemente, no existen.

Pensar en que son resultados diferentes a los esperados, y asumirlos como parte de un crecimiento y aprendizaje de la manera más natural posible.