PRENSA JOVEN

18 días de experiencias que se han vuelto únicas

Noche cultural. Las delegaciones de los seis países posan en esta imagen al concluir la jornada cultural, donde cada nación presentó sus bailes tradicionales, acompañados de exposiciones que ayudaron a entender la cultura e idiosincrasia de los países.

Noche cultural. Las delegaciones de los seis países posan en esta imagen al concluir la jornada cultural, donde cada nación presentó sus bailes tradicionales, acompañados de exposiciones que ayudaron a entender la cultura e idiosincrasia de los países.

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Juan Eduardo ThomasTokio, Japón

Imagine a un grupo de dominicanos, de egipcios y a una papú neoguineana caminar por Shibuya, del que se dice es el paso peatonal más abarrotado del mundo; que andan bajo la lluvia y se detienen cada cierto segundo a asombrarse con la nueva Tokio, la que viste a la moda y se deja lucir atareada por la vida.

Luego agregue en sus pensamientos a un egipcio tararear (¿cantar?) canciones dominicanas; y a un criollo asombrarse por los autos fantasmas, a propósito de que los automóviles tienen el guía a la derecha en Japón.

Simple: es una locura, una de las tantas experiencias únicas brindadas por el Programa Internacional de Intercambio y Desarrollo de la Juventud (INDEX), la muestra del tiempo libre que se tiene en 18 intensos días entre representantes de seis naciones.

Index es, primero, la oportunidad para discutir y conocer avances y necesidades en cultura, educación y medioambiente de seis países, y suma, como valor agregado más importante, el establecimiento de relaciones de amistad con gente tan distante como los letoneses o mozambiqueños para los dominicanos.

Pero también con jóvenes japoneses, que por poco más de 15 días visitaron Camboya, Letonia y República Dominicana, experiencia de primera mano sobre temas de cultura y el diario vivir de nuevos países. Unas relaciones de amistad que hoy se atestiguan con los grupos en Whatsapp creados, y los álbumes fotográficos compartidos y esparcidos por todas las redes sociales.

“El propósito de INDEX es promover la amistad y el entendimiento entre jóvenes japoneses y los participantes de otras naciones”, explican desde la Oficina del Gabinete del Gobierno de Japón.

Fue así como en Tokio se reunieron 103 jóvenes de Japón, República Dominicana, Letonia, Mozambique, Papúa Nueva Guinea y Egipto, países con realidades sociales diametralmente opuestas, o diferentes, para no ser tan radicales, pero que encontraron en sus representantes el deseo de aprender cosas nuevas y de mejorar sus naciones para su regreso.

Para los dominicanos la experiencia comenzó con un retraso de 12 horas en el vuelo que les llevaría hasta Atlanta.

Eran dos opciones ante la obligatoriedad de convivir en asientos de aeropuerto: llevarse mal, o compenetrarse y unirse como equipo ante la que se presentaba como la primera gran aventura. La segunda opción fue la elección y desde ahí comenzó la historia.

Eso ayudó a las catorce horas de vuelo desde Atlanta a Japón, que se ven tan imposibles antes de subirse al aeroplano, y se perciben que pasaron tan de prisa cuando se revisan las anécdotas al aterrizar, con risas incluidas, por supuesto.

El reto era enorme: representar la tierra natal en el Lejano Oriente, justo frente a otras cinco naciones, con el compromiso de continuar y extender esa oportunidad de intercambio a futuras delegaciones.

Y, por supuesto, tomar el chance de entablar relaciones profesionales y de amistad con gente de países lejanos, pero que comparten ideas de desarrollo y superación.

APRECIANDO UNA CULTURA MILENARIA NOVEDAD. El programa de intercambio da un paseo a los participantes por la apasionante cultura nipona, con la oportunidad de vestir los tradicionales kimonos o degustar de platos de la gastronomía japonesa desconocidos o no tan populares en Occidente. Se le suma a la experiencia las relaciones de estudio y de amistad entabladas con jóvenes universitarios de Japón, que se convierte en un contacto directo con el día a día de la vida en Japón.

ESTADÍA EN UN HOGAR JAPONÉS POR 3 DÍAS “HOMESTAY”. Durante un fin de semana la delegación japonesa que visitó Santo Domingo tuvo la oportunidad de quedarse por un fin de semana con una familia dominicana, oportunidad especial para conocer comidas y gustos tradicionales. Lo mismo sucedió con la delegación dominicana que visitó Japón: tres días en una residencia nipona, compartiendo allí las ceremonias del té y visitas a los emblemas de su cultura milenaria.

ACTUALIZACIÓN PROFESIONAL DISCUSIONES. El programa Index permite discusiones sobre tres temas básicos en la agenda de las naciones hoy día: cultura, educación y medioambiente. La idea es compartir experiencias y plantearles a los jóvenes el escenario de toma de decisiones para que, desde sus propias vidas, comiencen a aportar mejorías en Papúa Nueva Guinea, Mozambique, Letonia, Japón, Egipto y Camboya.

ALGO QUE CONTAR... El camino se disfruta mejor cuando hay buenos compañeros a los lados. Cuando encuentras gente que comparte tus extrañas maneras de pensar, las que hasta ese momento pensabas te hacían un paria en propia tierra. Cuando comprendes que no eres el único loco, la soledad se reduce, me tuiteó alguien hace unos años.

El retorno a nuestros distintos caminos es ley, con las cargas de trabajo y estudios, con nuestras ocupaciones de todos los días. La frecuencia de aquellos 18 días no podrá ser replicada, es cierto. Pero a lo mejor un día tendremos un retraso de vuelo, o decimos una bobería en otro idioma y volvemos sobre aquellos días. Sobre lo que somos al estar juntos.

Pongamos que hablo de Anthony, Danae, Domingo o Kaoris. Pongamos que hablo de gente tan especial que se apreció extraña o loca a la primera impresión y que hoy se recibe con afecto y se corresponde en cariño.

Puede que en la vida necesites de mucho tiempo para conocer y entrar en confianza con un nuevo grupo de amigos. O puede que solo necesites de 18 días para entender que mereces ser parte de ese grupo de locos.

Pongamos que hablo de personas que al concluir las extensas jornadas del día preferían sentarse en la habitación de las locuras a crear las historias, y los videos que hoy nos mandan al suelo de la risa antes de irse a dormir y descansar, como la normalidad mandaba.

Que a lo mejor escribo de Mabel, de Marlyn, Marycruz, Michelle o Yasser, quién sabe.

Los nombres podrían variar por apodos, los sentimientos no.

Tan genios que armaron en un par de minutos (¿segundos?) una nueva presentación cultural, o un regalo finísimo. O que identificaban un H&M al segundo en una nueva ciudad. Que a lo mejor estamos todos locos y por eso nos llevamos tan bien.

Capacidad especial para sentarse y entender que habíamos faltado o que nos habíamos quedado cortos, ese llamado de atención de cualquiera de los integrantes: esa responsabilidad con los colores que se representaban y con el país anfitrión.

Sin importar lo que pase en lo adelante siempre tendremos una historia común que contar.

Relaciones. Mozambiqueños y dominicanos con intercambio de banderas en la comunidad de Yamaguchi, al suroeste de Tokio

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