TERCER CAMINO
Las reglas del juego
No sé qué de especial tiene ser amigo de los amigos, saludar al que nos saluda, sonreír al que nos sonríe, y querer al que nos quiere. Podríamos llamarle consecuencia, ¿o fidelidad?Ö BuenoÖ parece normal, pero huele más bien a negocio, a pagar, o a corresponder, porque resulta más fácil que sea otro quién decida si vamos a apreciar, a sonreir, a saludar, o a amar, en lugar de tomar la iniciativa de establecer la conexión por nosotros mismos. A todos nos gusta que nos aprecien y que nos quieran, no hay nada de errático en esa conducta, pero debemos reforzarla también tomando la delantera en exteriorizar nuestro don de gente, nuestra habilidad de socializar y nuestro poder de ser auténticos. La vida es un arriesgar, un atrevernos, un aceptar que las cosas pueden salir bien o mal, porque en materia de sentimientos, como en todo lo que emprendamos, las reglas del juego son perder y ganar, aunque muchas veces perdiendo ganamos. ¿Por qué no puedo ser el primero en decir te amo, y por qué debo esperar que sea el otro quién me salude? Donde quiera que hay luz hay sombra, pero no por evitar la sombra debemos limitar nuestra luz.