Misión: prevenir el dengue en RD

A Emma le preocupa su salud y la de los demás. No solo escucha hablar sobre el dengue, sino que ha sabido de casos muy lamentables. Vive pendiente de las últimas noticias sobre medicina y salud. Se calza los espejuelos y se sienta a leer el periódico en el patiecito al lado de su aposento. Luego me cuenta sobre lo que está pasando. Se enteró que en esta misma semana falleció un joven de 21 años a causa del dengue, y eso la entristeció. Ha escuchado hablar de operativos que realizan las autoridades para hacerle frente a la problemática. Sin embargo, le sorprende que sean tan pocos los operativos que se realizan al respecto, pero admite que es una misión de todos, aportar para prevenir el dengue.

En su casita de Nigua cumple con todos los requisitos para evitar que prosifiquen los mosquitos culpables de la transmisión del dengue, cubre cuidadosamente todos los recipientes con agua fresca. No permite que se acumulen charcos y la casa reluce de limpia. Además, usa el cloro como recomiendan las autoridades de Salud Pública.

En casa exagera con la limpieza y el uso del cloro. He tenido que llamarle la atención porque mi casa huele a hospital. Me ha mirado con cara de pocos amigos, echándome en cara mi falta de atención a las medidas preventivas.

Un día amaneció con escalofríos. Cuando me estaba sirviendo el desayuno la noté acalorada, le hice poner el termómetro y efectivamente tenía fiebre alta. Enseguida la mandé a acostar y me apresuré a prepararle un té que acompañé con unas aspirinas.

Esa noche la fiebre de Emma subió más y ella se sentía francamente mal. Llamé al doctor alarmada, este diagnosticó dengue. Emma viró los ojos y se echó a llorar. El doctor ordenó unas pruebas de laboratorio para confirmar su diagnóstico. Con diligencia llamé al laboratorio para que acudieran a casa. Emma me dijo que el doctor estaba en un error, porque ella cuida su entorno para evitar el mosquito, pero olvida, empero, que no así lo hace la mayoría.