PRENSA JOVEN
Jóvenes emprendedores en sectores marginados

Félix Rodríguez, presidente de la fundación FEMDRIS, mientras entregaba útiles escolares a niños de su comunidad en el Hoyo de Pepé.
Lo que para muchos era un criadero de cerdos, hoy es un lugar donde unas 46 familias viven entre el hedor y la marginalidad. Bautizado como el Hoyo de Pepé, porque según cuentan, uno de sus fundadores se llamaba de tal manera, este espacio está ubicado cerca del sector Los Tres Ojos en Santo Domingo Este.
Cuenta con familias que con pocos recursos, mas no las esperanzas, desean vivir en un lugar donde el aire sea más puro o por lo menos “no parezca un pozo séptico abierto las 24 horas”. Así lo indican algunos residentes de esta comunidad.
Tal es el caso de Roque Holguín Batista, quien expresa que es un lugar muy incómodo para vivir por el hedor que emana en él.
Manifiesta su deseo de que las autoridades los tomen en cuenta antes de que ellos “mueran ahogados por las aguas residuales que suben a la casa después de llover”.
“No he visto cambios desde que me mudé aquí. Han venido muchos medios de comunicación y políticos, pero no hacen nada. Nosotros para las autoridades al parecer no existimos, porque no nos toman en cuenta nunca”.
Indicando que estos residen en un espacio donde no deberían de vivir personas. “Estamos condenados a vivir en este sitio porque no tenemos dinero para estar en otro lugar”, cuenta Holguín Batista.
Por su parte, Rosa Margarita de los Santos una señora que ante la precariedad no ha podido ubicarse en otra zona. Producto de ello, hace unos 20 años, cuando gozaba de juventud veinteañera, puso un puesto de empanadas para su sustento y hoy continúa en la misma labor.
Ella ante la desesperación por el desempleo, entró al mercado informal y desde ese tiempo frente a su casa prepara este alimento que le ayuda en su economía.
De tal modo que ha podido mantener a toda su familia, hasta tal punto que varios de sus hijos son casi profesionales. Y aunque a ella le molesta el ambiente, con una sonrisa en sus labios comenta que “hay que echar pa’ lante”, mientras se espera por un cambio.
Desde el año pasado, en medio de la situación, jóvenes con deseos de cambiarla, han decidido unirse para formar la fundación Femdris, la cual se encarga de organizar eventos en beneficio a los habitantes del Hoyo de Pepé.
Presidido por Félix Antonio Rodríguez en conjunto con Edracio Martínez, vicepresidente, Rosario Trinidad, secretario general, Omar Ariel Aybar, secretario de organización, Betania Carpi, encargada de finanzas y Alberto Sepúlveda, vocero, quienes en este próximo domingo 27 de septiembre realizarán un plan de fumigación contra el dengue, porque en lo que va de mes, según cuenta Rodríguez, ya han muerto dos niños, de 8 meses y 6 años a causa de esta enfermedad infecciosa.
Asimismo, cada semana se reúnen con otros colaboradores para planificar la siguiente actividad. Entre las que han hecho se destacan, entrega de útiles escolares a niños de escasos recursos, campañas de limpieza en el barrio e incluso operaciones médicas de varios días para niños, adultos y ancianos.
Carencias en la comunidad Las personas del sector el Hoyo de Pepé no tienen el servicio de agua, por lo que deben comprarla. En cuanto a la basura , diariamente se dirigen a la cancha del Club Virgilio Frías para arrojarla en un vertedero que ha sido improvisado por ellos, comenta Rodríguez.
Asimismo, el presidente de la Junta de Vecinos ‘La Humanitaria’, Virgilio Santana, manifiesta que “la única salida ante esta problemática es situarlos en otro sitio, pues esa zona rocosa no está en condiciones humanas para vivir”.
BAÑOS COMPARTIDOS EN EL HOYO DE PEPÉ El sector cuenta con dos baños, que, al igual que el vertedero, han sido improvisados. Gran parte de las casas carece de este espacio para la evacuación de desechos humanos. Estos, una vez llueve, rodean las casuchas e inundan la comunidad donde viven niños, adultos y ancianos. Ubicados en el inferior de una cueva, estos dos espacios son compartidos por todas las familias que allí habitan. Para el presidente de la junta de vecino, Virgilio Santana, es imposible tener un control de higiene con tantas personas.