COSAS DE DUENDES
Por dos ojos

Viviana Saviñón llora al recordar que cuando Reyniel Jesús Bueno, su hijo de 7 años, leía mal una palabra, ella lo regañaba. Que cuando se pegaba a la televisión, también lo reprendía. Le decía que se despegara, que se iba a quedar ciego. No sabía que estaba hablando de una posibilidad real y que la razón por la que el niño, su nieto biológico pero a quien asumió como hijo desde el vientre, se acercaba a la pantalla era porque cada vez veía menos. Viviana observó que Reyniel apretaba con frecuencia los ojos, en el pasado se quejaba de dolor de cabeza y decía que le molestaba la claridad. Así que lo llevó a la oftalmóloga, quien le indicó un estudio. Al leerlo, recuerda la frase que le dijo la doctora: “Esto no lo trato yo, debe ser un especialista”. La enfermedad descrita allí se llama queratocono, es degenerativa y puede desencadenar en ceguera.
El especialista que atendió al niño, en la Plaza de la Salud, le explicó a Viviana que ya el ojo izquierdo tiene una zona que se ha endurecido detrás de la córnea. También, el ojo derecho está afectado. Si la enfermedad avanza, la única alternativa de Reyniel sería un trasplante de córnea. Un tratamiento muy caro que, además, requiere encontrar un donante compatible. Por suerte, en este momento, el asunto es más fácil. La enfermedad se puede detener con un tratamiento en ambos ojos,que cuesta RD$88 mil pesos. Según explica un documento expedido por el Centro Láser, donde existen los equipos para llevar a cabo el procedimiento. Ellos dicen que “de no ser tratado a tiempo, continuará la degeneración hasta un posible deterioro total de la córnea”.
Lo que quieren decir es que Reyniel, un niño descrito por su abuela-madre como dulce, cariñoso y amable, quedaría ciego. En su caso, la frase “eso cuesta un ojo de la cara” cobra un sentido terrible. Sus dos ojos se salvarían si consiguen el dinero. Viviana ha tocado puertas, y puertas, y puertas… ha sido inútil. Acudió a mí porque hasta ella llegó, por casualidad, una hoja del Listín Diario donde aparecía esta columna y alguien, que conoce el caso, le sugirió que me contactara. Viviana interpretó que era una señal de Dios. Ojalá lo sea. Ese niñito bello necesita 88 mil pesos para no quedar ciego. Si puede ayudarlo, hágalo. Piense cuánto estaría usted dispuesto a pagar por un solo ojo de su cara. Cualquier dinero vale mucho menos que dos ojos maravillosos. El celular de Viviana es 809-594-0857. Su cuenta en el banco Popular: 792994048.