Travesía
El viaje de los vikingos
No importa de dónde provengan nuestros antepasados; la mayoría de nosotros también debe tener una que otra gota de sangre vikinga: ¡nos gusta tanto viajar y explorar! Para todo el que le encante explorar, la línea de cruceros Holland America Line ofrece una travesía anual llamada “El viaje de los vikingos”.
En el viaje de 35 días en el crucero Veendam ida y vuelta desde Boston -también hay segmentos de 17 y 18 días- el itinerario tiene como centros de mesa a Islandia con su Laguna Azul y a la exótica Groenlandia, al igual que otras áreas transitadas por los vikingos que lo hacen irresistible.
He aquí algunos de los muchos -¡muchos!- puntos sobresalientes de la travesía:
Reykjavik, Islandia Los vikingos vinieron a Islandia hace más de un milenio y aparentemente les gustó, pues establecieron un poblado permanente en lo que es hoy la capital de Islandia, donde reside el 60 porciento de la población (unas 320,000 personas). El itinerario provee dos días en Reykjavik y son bienvenidos: atracciones en sus cercanías incluyen volcanes, montañas, glaciares, lagos, cascadas, aguas termales, caballitos de Islandia y mucho más, incluidos sitios asociados con Bobby Fischer, el gran maestro de ajedrez que ganó el campeonato mundial en 1972 contra el ruso Boris Spassky (quizás el campeonato de ajedrez más famoso del mundo). Fischer vivió en Islandia del 2005 hasta su muerte en el 2008.
Una ciudad pequeña, Reykjavik es fácil de explorar a pie y así lo hace la mayoría de los visitantes. Una compañía que ofrece caminatas guiadas es I Heart Reykjavik.
Un buen sitio para comenzar es la iglesia Hallgrimskirkja que, construida en una colina, domina el paisaje con una altura de 240 pies. Un elevador lleva al tope de su torre para vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores.
Otro punto de interés es la sala de conciertos Harpa Concert Hall, una estructura dramática de cristal, ubicada entre el viejo puerto de la ciudad y el océano Atlántico.
Entre los museos que ameritan una visita se encuentran el Museo de Arte de Reykjavik, el museo de esculturas Asmundur Sveinsson, el Saga Museum con exhibiciones relacionadas con los vikingos y el Museo Nacional junto al recinto de la Universidad de Islandia.
Un imperdible es la Laguna Azul (Blue Lagoon), un spa con aguas calientes en un campo de lava a unos 40 minutos de Reykjavik y a 15 minutos del aeropuerto internacional. Esta laguna con sus aguas llenas de minerales es famosa por su belleza y sus beneficios para la piel. La temperatura del agua puede llegar a 100 grados en partes de la laguna.
Qaqortoq, Groenlandia El poblado más grande en el sur de Groenlandia (3,229 residentes), Qaqortoq, ofrece un festín visual de casitas pintorescas, témpanos de hielo en la bahía y ballenas que frecuentan el fiordo. La mejor manera de explorar es a pie y nuestras caminatas nos llevaron a ver unas 40 esculturas nórdicas talladas por Aka Goegh y otros artistas en rocas en el pueblo en la década de 1990. Pasatiempos populares incluyen paseos en canoas tipo kayak y caminatas.
Dublín, Irlanda Para orientarnos y explorar, tomamos el autobús turístico de Dublin Sightseeing. El autobús hace 23 paradas en sitios de interés como el Almacen Guinnes (Guinness Storehouse), donde se ve cómo se elabora esta cerveza de fama mundial y se puede degustar una pinta gratis en el Gravity Bar con vistas panorámicas de la ciudad; el Zoológico de Dublín y el Trinity College, donde se exhibe el famoso Libro de Kells, uno de los más bellos manuscritos medievales. Por el camino (toma 90 minutos sin bajarse) se ven puntos relacionados con irlandeses famosos, como James Joyce y Oscar Wilde. Otra parada es la Catedral de San Patricio, del siglo XIII.
Ámsterdam, Holanda Compramos la tarjeta I Ámsterdam que por un precio fijo ofrece entrada gratis o descontada a museos y atracciones, además de transporte público, un paseo por los bellos canales de la ciudad y un mapa. Entre las atracciones gratis se encuentran el Museo de Van Gogh.
Otros puntos sobresalientes del crucero incluyeron tres paradas en Noruega para visitar las preciosas ciudades de Bergen y Alesund con su pintoresca arquitectura nórdica y el escénico fiordo de Geirangerfjord que parece salido de un libro de cuentos de hadas.
Durante todo el trayecto, el Veendam es una base ideal. Con capacidad para 1,350 pasajeros y 57,092 toneladas de desplazamiento, el barco es, sin duda, no una canoa larga vikinga, sino un crucero elegante y sosegado, decorado con arte, antigüedades y flores frescas y lleno de comodidades incluidos restaurante, piscina y jacuzzis, bares, casino, biblioteca, spa y gimnasio. Las cabinas son confortables. ¡Los vikingos estarían envidiosos!