Cuba
Donde el pasado y el presente se encuentran
Perderse en La Habana es encontrarse con una formidable riqueza cultural de incalculable valor. Conocerla era una asignatura pendiente en mi bitácora de viajes. Todas mis expectativas fueron superadas con creces a mi arribo a la isla. No sé por qué nos han vendido una realidad que es totalmente diferente no solo en materia de estructura, sino de cultura e ideologías. Al arribar y convivir adviertes que están divorciadas de lo que desde fuera uno se imagina. Sin un itinerario detallado, ni vehículo en alquiler, me dejé sorprender por sus encantos. Cada minuto me robaba el aliento y cualquier ápice de duda de mi visita se disipaba con cada rincón de esta hermosa ciudad. Si bien es cierto que había lugares y museos imperdibles, no menos cierto es que descubrí otras maravillas en mi corta estadía. Uno de ellos fue el restaurante Guarida, sede de filmación de la famosa película “Fresa y chocolate”. Se trata de un viejo edificio de más de un siglo de antigüedad. Es una especie de vecindad donde aun residen varias familias en algunos espacios, pero en la planta alta funciona el restaurante con atenciones de primera calidad. Algunas paredes están cubiertas por decenas de fotografías de celebridades de Hollywood, así como de grandes personalidades que han pasado momentos agradables en sus angostos espacios. Caminar por el Malecón de la ciudad es obligatorio. Acoge a los habitantes que llegan a cualquier punto de sus ocho kilómetros a ventilar sus sueños o reunirse con familiares y amigos para pasar un buen momento. En estas fechas, las noches son frescas y pasear por esta importante vía es un deleite. Ciudad viejaCon cámara en mano, vestimenta y calzados cómodos separé un día solo para recorrer todos los recovecos del casco antiguo, testigo de un pasado glorioso que aún se erige con orgullo y cuyos habitantes cuidan con celo. El hoy museo de la revolución y otrora palacio gubernamental es un edificio ecléctico con dominio del neoclacisismo y fuerte acento francés. En sus inicios fue construido para la alcaldía de la ciudad, pero la esposa del gobernador se enamoró de la edificación y convenció a su marido para tomarlo como casa de gobierno en 1923. Cuba tuvo épocas de gloria donde la burguesía cubana se asemejaba a la europea. De hecho, en algún momento del recorrido pensé que estaba en alguna parte del viejo continente. Si hiciéramos un inventario de las esculturas y fuentes de la ciudad, advertiríamos que la mayoría fueron construidas con mármol de Carrara, mandadas a hacer a consagrados escultores franceses y de otras nacionalidades. La cantidad de teatros, palacios, templos y monasterios de los más variados estilos arquitectónicos adornan la ciudad con sus encantos. En casi todos los restaurantes de la ciudad hay música en vivo. Este detalle me encanta. Disfruto la armonía de las voces, el ritmo del bongó y la melodía del “tres cubano” que no falta en ningún combo. Tomarse un cafecito cubano es de rigor en el Palacio de las Artesanías. Me llama la atención que en una de sus calles se concentra una cantidad impresionante de turistas y advierto que no quieren perder una fotografía en la emblemática Bodeguita del Medio, donde nació la famosa bebida cubana “el mojito”. Lamento haber solo dispuesto de poco más de 48 horas para conocer una ciudad que tiene mucho que ofrecer. En este corto tiempo dejó en mí un agradable sabor y deseos de volver como pocos destinos suelen lograr. Un recorrido guiadoJuan Carlos Rabaza fue el mejor guía que cualquier turista puede tener. Conferencista internacional, catedrático, miembro del Ministerio de Turismo y mejor ser humano, nos mostró su ciudad con orgullo y pasión. “Cada día esta ciudad me sorprende, descubro nuevos lugares y edificios escondidos, amo mi ciudad” expresó. Varadero:Los turistas pueden destinar un día y visitar la paradisíaca playa de Varadero. A tan solo 2 horas de La Habana, el sol y la arena blanca reciben a los visitantes ofreciéndoles una estadía inigualable. Esta playa tiene la característica de que los bañistas pueden adentrarse en el mar varios metros y no logran ser cubiertos por sus cristalinas aguas. Expectativas de cambio Son muchas las expectativas creadas a raíz del anuncio de los gobiernos de Estados Unidos y de la isla sobre posibles acuerdos para volver a establecer relaciones diplomáticas entre ambas naciones. Mi visita coincidió con la de Roberta Jacobson, subsecretaria adjunta de la Oficina para Asuntos del Hemisferio Occidental y su comisión que, tras más de medio siglo de enemistad, reanudó el diálogo. Aunque los cambios no son automáticos, como la misma funcionaria explicó, los habitantes y el mundo entero se mantienen al tanto de cada detalle. Luego de las reuniones correspondientes todas las casas y hoteles se mantuvieron pegados a sus televisores para conocer de primera mano los detalles de este evento sin precedentes.