KAIRÓS
Jesús es una fuente de pureza
“Lo que sale del hombre es lo que mancha al hombre”. Quien debió escuchar esto de parte de Jesús, dada la mentalidad y el ambiente de la época, no pudo menos que escandalizarse. Igual que sus discípulos que no comprendieron lo que quería decir. Para las comunidades cristianas de hoy y de siempre, significa que la verdadera fuente de la pureza o de la impureza es el corazón humano. Lo importante no es lo que comamos o dejemos de comer, sino examinar lo que tiene nuestro corazón dentro y dejarnos purificar de la suciedad que le recubre.