Kairós
“Ustedes dejan a un lado el mandamiento de Dios y se aferran a la tradición de los hombres”. El legalismo mezquino de los maestros de la ley y de los fariseos hace que Jesús se dirija a ellos en esos términos. Pero estos maestros de la ley y los fariseos ya no atacan a Jesús, sino a sus discípulos acusándolos de comer con manos impuras; entonces, Jesús pone al descubierto la hipocresía de su observancia legalista. En verdad, cuando la moralidad es externa y ritualista, no llega al corazón ni a la decisión consciente del hombre.