PSICOLOGÍA A SU ALCANCE

Da, pero no te olvides de ti

Recientemente celebramos varias fiestas, durante las cuales manifestamos un gesto de amor y de unión. Ahora se aproxima el día de San Valentín, fiesta llamada del amor y la amistad durante la cual se obsequian regalos como flores, chocolates, peluches, etcétera, algo bueno porque con esos detalles expresamos amor y al mismo tiempo sentimos una sensación de bienestar. Es genial compartir nuestros buenos sentimientos, pero esas manifestaciones duran lo que duran las fiestas cuando en verdad la luz del amor debe ser encendida todo el tiempo. A veces no nos damos cuenta que en fechas como estas el acto de dar no nace en nuestro corazón, regulamente lo hacemos por obligación, porque la fecha lo demanda. En ocasiones, lo hacemos por intercambio, pues queremos que también nos hagan un regalo. Es ahí cuando nos olvidamos que el regalo más especial nos lo podemos hacer nosotros mismos. Es fantástico saborear la alegría de dar, pero reclama tu valía y concéntrate, pues es hora de ponerte un precio, regálate un pastel, vacaciones, un libro, respeto, oportunidades, mimos... Dijo Oscar Wilde que: “Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna. Al final estarás listo para entregar lo mejor por el placer de fortalecer el lazo de afecto y amistad con quienes a tu lado están sin esperar nada a cambio, reflejando en tus actos la imagen de Dios”.

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