El tesoro de la juventud

Georges Bernanos, escritor francés, dijo: “Cuando la juventud se enfría, el mundo entero se pone a tiritar”. La escritora suiza Madame de Stael definió con tres hermosas palabras, en su libro “De L’Allemagne” (“De Alemania”), el término ‘entusiasmo’: Dios en ti. Este tesoro ñel entusiasmo- caracteriza o debe caracterizar a la juventud. El autor mexicano Félix Cortés, en su obra “Un sitio en la cumbre”, escribe: “El entusiasmo puede mantener en constante juventud de espírtitu a un hombre (o una mujer), aunque la nieve de los años le blanquee las sienes. Si el entusiasmo es impetuoso en la juventud, en la edad madura es invencible”. Henry Ford, el fundador de la compañía Ford Motor Company, dijo: “Podrás hacer cualquier cosa que te propongas si posees entusiasmo. El entusiasmo es la levadura que eleva tus esperanzas hasta las estrellasÖ Los entusiastas son luchadores natos. Poseen fortaleza y constancia. En la base de todo progreso se asienta el entusiasmo”. El filosofo norteamericano Emerson dijo: “Todas las virtudes cristianas avivadas por el fuego del entusiasmo guían al cristiano en su andar ascendente”. En efecto, si el gozo y el entusiasmo cristianos dejasen de aliviar a la humanidad, el mundo entero volvería a su antigua desesperanza. Pero esto no es posible si el pueblo de Dios -jóvenes y viejos- practica el verso de Col 3:23: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de buen ánimo, como para el Señor y no para los hombres”.