Sicología
¿Qué hago con los recuerdos materiales de mi expareja?
En nuestros días es común encontrar parejas que deciden poner fin a su relación, por mutuo acuerdo o porque uno de los dos ha dejado de querer. Independientemente del tiempo transcurrido o las causas que provoquen la ruptura, siempre es doloroso enfrentar el fin de un vínculo con otra persona, sobre todo si en este se han depositado sentimientos e ilusión. Toda ruptura conlleva una serie de consecuencias emocionales, que serán experimentadas según la intensidad y el nivel de compromiso que haya alcanzado la relación o las personas involucradas. Hay que estar claros en que los vínculos sanos se realizan a través del respeto mutuo, la admiración, grandes dosis de amor y una buena comunicación en ambas direcciones. Cuando uno de estos elementos fallan y no se hace nada para mejorar, entonces comienza el deterioro y finalmente el desenlace de la relación. En la medida que una relación crece en tiempo, sentimiento y compromiso, las manifestaciones de afecto no se hacen esperar y junto a las acciones llegan los regalos materiales de diferentes valores. Regalos que entran y son considerados dentro del afecto y el deseo de agradar y gratificar a la persona amada. En muchas ocasiones las parejas inician la planificación de una vida juntos y en estos planes involucran la adquisión de algún bien inmueble o la apertura de cuentas en común, así como también objetos que representan compromisos, como por ejemplo anillos. Desde el punto de vista legal existen puntos claros y específicos respecto a la repartición de bienes en caso de matrimonios o de unión libre. Sin embargo, ¿qué pasa durante el noviazgo y cómo puede afectar esta situación en el aspecto sentimental, tomando en consideración que muchas veces estos obsequios han creado una simbología y adquieren una importancia sentimental para la persona? Es necesario comprender y destacar que a la ruptura de una relación sentimental, sigue un proceso de duelo por pérdida. Duelo que suele en ocasiones manifestarse en toda y cada una de sus fases y, por más profunda que haya sido la decepción o el desamor, la tristeza es inevitable. Dejar a un lado el apego al recuerdoRespecto a los regalos, anillos, cuentas en común o inmueble adquiridos, es necesario realizar una profilaxis de nuestro ambiente y no apegarnos a algo que nos puede hacer daño. En algunos casos se recomienda guardar todos los regalos y fotografías en una caja para no tenerlos a la vista o tomar decisiones de las cuales luego nos podamos arrepentir. Luego de un tiempo pueden tomarse las decisiones pertinentes. Enfrentar por etapasNo tratar de resolver y diluir en un día un sentimiento que tomó tiempo.Olga María Renville, sicóloga.
