Kairós
“He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas”. Cuando reconocemos que hemos fallado, Dios, rico en misericordia, nos acompaña. Cuando decidimos caminar fielmente en Su presencia, todo se hace más llevadero.
“He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas”. Cuando reconocemos que hemos fallado, Dios, rico en misericordia, nos acompaña. Cuando decidimos caminar fielmente en Su presencia, todo se hace más llevadero.