De regreso a casa con otro idioma a cuestas

En agosto 2013, el Despacho de la Primera Dama de República Dominicana envió a 30 dominicanos a recibir estudios de mandarín a la isla asiática: Taiwán. Tras un intenso y extenso programa de un año, los treinta agraciados se preparan para concluir el programa con grandes satisfacciones. El grupo formó parte de importantes actividades dentro del proyecto, tales como viajes culturales dentro de Taiwán, muchos encabezados por la Universidad Católica Fujen, lugar que sirvió de enlace para el desarrollo de los estudios. Asimismo, participaron en un baile cultural en la casa de huéspedes de la presidencia de Taiwán. Además, de asistencias a cocteles diplomáticos de la embajada dominicana en el país asiático. Cada estudiante galardonado con esta oportunidad es fruto puro y fresco para empresas dominicanas. Un ejemplar recurso de nuevos profesionales que se adentran al mercado laboral en Quisqueya. No solo por los nuevos conocimientos adquiridos, sino porque un año completo en Asia es sinónimo de crecimiento y superación personal. “Venir a Taiwán ha sido una bendición enorme. Una puerta gigante que abre los ojos al desarrollo. Soy una persona renovada. No soy la misma que llegó”, afirma Heidy Pion, profesional de negocios internacionales, de 22 años de edad. Entre los participantes figuran Carmen Socorro Amaro Bergés, Katherine Franjul Reyes, Denisse Cristal Manzanillo Rosario, Nicole Marie Concepción Castillo, Andrea Beatriz Kalaf Montandon y Erick Isaías Almonte Concepción. “Esta isla ha sacado lo mejor de mí. No solo llego a dominicana con un mejor dominio del idioma chino, sino que me llevo esta tierra en el corazón. Todos crecimos mucho en Taiwán... A punto de cumplirese la meta, uno se dice a sí mismo: “¡Valió la pena!”, dice Alex Sandoval, ingeniero mecánico. Trabajo intenso y aprendizaje eficazAl igual, Pedro Andújar, Alex David Sandoval Chía, Katherine Martínez Acosta, Massiel Capellán Corniel, Lilliam Raquel de Peña Fernández y Karen Nicole Hernández. “Taiwán hizo cambios impresionantes hasta en mi físico. Llegué con mucho más de 180 libras, y hoy puedo decir que he perdido más de 25 libras. Taiwán me conquistó la existencia. No quisiera irme de este país. Tengo temor de llegar y no encontrar una oportunidad laboral digna”, manifiesta Pedro Andújar, ingeniero civil, de 23 años de edad. Los demás son Marlin Flores, Amalia Ramírez, Edgar F. Álvarez, Jenny Martínez, Cristian Vásquez, Heidy M. Pion, Melissa Mercedes, Giselle Camacho, Arlene Reyes y Laura R. Guzmán. Los estudiantes y profesionales comentan al unísono sobre grandes incertidumbres, pues aducen que el hecho de no saber qué tanto ha valido la pena todo el esfuerzo causa preocupación e inquietud. Pues, aseguran que aunque el trayecto fue enriquecedor, no significa que el recorrido fue fácil y placentero, pues los desvelos por el idioma chino/mandarín, debido a un programa de estudios de 6 a 7 horas al día.