CARDIOLOGÍA PARA TODOS
Chikungunya y verano
Dos condiciones que nos obligan a mantener una buena hidratación corporal Conservar una buena hidratación es básico para prevenir algunas enfermedades, mantener una piel sana y un adecuado rendimiento físico y cognitivo. Hoy en día nos estamos enfrentando a dos condiciones adversas a una buena hidratación. Por un lado, las fiebres ocasionadas por la epidemia chinkungunya y, por otro, las altas temperaturas climáticas que se vienen registrando en el país. Fiebre: cuando la temperatura corporal asciende, se incrementa la pérdida de agua por el sudor y por pérdida insensible por la respiración. Debido a esto, ante la presencia de fiebre, recordemos beber más agua para recuperar los 5 o 10 cc por kilogramo de peso corporal perdidos. Mayor temperatura ambiental: cuando llega el verano y la temperatura ambiental asciende, la pérdida cutánea y pulmonar (respiración) de líquido son mayores, por eso se incrementa también la necesidad de ingerirlo por parte del cuerpo. ¿Qué es la deshidratación? Se denomina así a aquella situación clínica donde las pérdidas de líquido y electrolitos superan el gasto corriente. La determinación del grado de deshidratación se establece principalmente por la clínica e indican el tanto por ciento de disminución del peso corporal debido a la falta del agua. Se presenta en estado leve, con una pérdida aproximada dentro de un 5% , la que se evidencia por medio de las fontanelas y ojos hundidos y sequedad de la mucosa. Cuando la pérdida va de un 5 a un 10% el paciente presenta letargia, taquicardia, presión arterial baja y disminuye su diuresis. Cuando el déficit va de 10 a 15% se considera estado grave y las personas presentan palidez, pulso rápido y débil, hipotensión, colapso. Hipertermia o choque de calor: es cuando la temperatura corporal aumenta excesivamente. En este caso, aparece dolor de cabeza, confusión mental, pérdida de la conciencia, aumento de la frecuencia cardíaca, disminución de la presión arterial, y cuando la temperatura aumenta de 42 a 43 grados centígrados se produce daño cerebral, shock y muerte. Este cuadro se torna más grave si la persona se encuentra deshidratada, ya que su capacidad de eliminar calor por el sudor es menor. En esta época de tanto calor y con la epidemia del chikuncunya, debemos mantener una buena hidratación tanto las personas sanas como las personas enfermas, envejecientes y discapacitados.