Consejo
Desorden alimenticio durante festividades
En las fiestas navideñas y la espera de un nuevo año, los alimentos forman parte importante como en toda celebración, en las que con espíritu de hermandad se comparte entre familiares y amigos; y se expresa bienestar y agradecimiento. Es momento para expresar parabienes a través de cálidos abrazos y compartir regalos y “mucha comida”. Los alimentos son preparados para ser degustados tanto en variedad y en cantidad. Es bien visto este compartir con la comida; que muchas veces se espera esta época del año para ser disfrutada. Haciendo que lo que inició como un deleite -en probar los platos muy especialmente elaborados- se convierta en una mala experiencia por el exceso de consumo y las combinaciones hechas para obtener un plato exquisito, especial, con todos los ingredientes que se distinguen para la navidad. PrincipiosEste exceso en la ingesta de alimentos tanto líquidos como sólidos, en donde se pierde la ley de la armonía, que señala que: “Las cantidades de los diversos principios que componen la alimentación deberán guardar una relación de proporción entre ellos”, recomendando que toda dieta normal contenga: proteínas de un 12 a 15% del valor calórico total, grasas 30 a 35% del valor calórico total y de carbohidratos de un 50 a 60% del valor calórico total. En donde las cantidades deben guardar una relación de proporción al momento de consumirlos para que sea bien aprovechada por nuestro organismo. Perdida esta armonía, puede provocar molestias generales, que van desde un simple dolor de cabeza, hasta trastornos en su sistema gastrointestinal, sistema nervioso, entre otros. Y en las personas que tienen una condición de enfermedad como son los problemas cardiovasculares, la diabetes, dislipidemias, obesidad, enfermedades crónicas del sistema digestivo como gastritis, úlceras, colitis, intolerancias; hepatopatías, nefropatías, etcétera, condicionan a que estas fiestas resulten tormentosas, y lo que pudo ser una feliz celebración, pues agrave su condición de enfermedad. Por el solo hecho de no tomar en cuenta la cantidad. Las grasasAlimentos ricos en grasas, son: yema de huevo, vísceras, productos lácteos completos, mantequilla, margarina, carnes grasosas, mariscos, piel de los animales, alimentos fritos, el término crema en la presentación de los menús, salsas, aderezos cremosos, nueces, manteca, por lo que debemos cuidar la cantidad consumida en las bebidas y alimentos preparados con ellos. Hay que tomar en cuenta que los alimentos ricos en grasas, combinados con los hidratos de carbono, representados estos por los cereales, son seleccionados (de forma especial los cereales refinados) para la elaboración de platos para esta época del año. La cantidad usada de los ingredientes en la elaboración de los numerosos platos pierde su armonía en sus combinaciones, obedeciendo esto a las recetas usadas y muy sujetos a los gustos de los comensales, y dándole ciertas particularidades que los harán propios de quien lo prepare. En cuanto a los alimentos líquidos hay una gran variedad, los hechos con crema, yema de huevo, combinados con alcohol en todas sus presentaciones comerciales, están hechos para ser consumidos en pequeñas cantidades; las combinaciones entre estos y los alimentos grasosos hacen que sean altamente peligrosos, aun teniendo un buen estado de salud. La intoxicación alcohólica es la expresión más perjudicial; es un peligro que alcanza a dañar a otros, cuando tienen que salir a las vías públicas, al conducir su vehículo. Disfrutar, celebrar, no debe ser sinónimo de excesos, que si bien “comer es un placer” excederse es dañino. Les invito a elaborar y seguir disfrutando sus platos especiales para esta época de navidad y año nuevo, poniendo en práctica la ley de la armonía, que significa que al servir los alimentos en su plato guarde una proporción entre los alimentos de origen animal, alimentos de origen vegetal y los alimentos como los cereales en su plato.