Urbanismo
Retos de una urbe en crecimiento
El modelo de desarrollo urbano de la periferia de Santo Domingo, consistente en casas unifamiliares en parcelas aisladas de desarrollo netamente residencial, provoca una tendencia a la dependencia de viajes en automóvil y a la alta inversión en infraestructura vial. Además, provoca una baja inversión en servicios ciudadanos y un alto impacto en los recursos naturales y agrícolas. Así lo afirma el arquitecto y urbanista Marcos Barinas, quien señala que la periferia de Santo Domingo es la zona del Gran Santo Domingo que mayor crecimiento poblacional experimenta en la actualidad y que la tendencia apunta a que en diez años Santo Domingo Este sobrepase al Distrito Nacional como el municipio más poblado del país y que algunos municipios periféricos lleguen a triplicar su población. Por el contrario, la población tiende a estabilizarse en el Distrito Nacional, en cuyas áreas centrales existe un modelo de crecimiento vertical que también se percibe en algunas áreas limitadas de Santo Domingo Este. Este modelo de crecimiento vertical, sin embargo, no implica necesariamente mayor densidad poblacional. Los barrios más densos, señala Barinas, continúan siendo aquellos que bordean el río Ozama (Guachupita, La Ciénaga, Los Tres Brazos), donde la altura rara vez supera los tres niveles. “A pesar del crecimiento poblacional exponencial y de la variación de la composición familiar dominicana, la unidad habitacional dominicana no ha variado mucho, solo en dimensión, pero no en variedad de ofertas”, dice Barinas. Según el urbanista, persisten modelos que excluyen a personas con discapacidad o que no pueden valerse por sí mismas; no existen ofertas adecuadas para familias atípicas, familias compuestas; tampoco modelos de cohabitación para estudiantes, envejecientes, madres solteras; además, el financiamiento bancario especializado que atienda estos grupos humanos es inexistente. Hacia arribaBarinas dice que el crecimiento vertical debió haber traído al Distrito Nacional densidades adecuadas y mayor eficiencia de los servicios públicos, al mismo tiempo que debió frenar el crecimiento horizontal de la ciudad; sin embargo, ese no ha sido el caso. “El polígono central creció lejos de las normativas más básicas de su planificación y los espacios públicos, aceras más anchas y organización de sus equipamientos nunca llegaron”, explica el experto. Más bien -dice- el crecimiento periférico del Gran Santo Domingo aumentó y los espacios centrales del Distrito Nacional se han vuelto más “alienantes, congestionados e insalubres”. Una muestra de la falta de planificación es que no se tomaron las previsiones de carga de aguas servidas y otros servicios que originalmente fueron planificados para viviendas unifamiliares y ahora deben servir a torres de más de 15 pisos Edificaciones de varios nivelesEl crecimiento vertical experimentado en Santo Domingo con frecuencia comparte terreno con las antiguas soluciones residenciales y no siempre de forma armoniosa. No porque sea imposible. De acuerdo con el urbanista Marcos Barinas, la armonía espacial entre edificaciones de múltiples niveles y las casas es posible y deseable pero requiere planificación y ordenanzas a largo y mediano plazo “que los gobiernos municipales no quieren asumir”, además de penalizaciones más estrictas para quien las viole. “La tendencia es todo lo contrario -asegura Barinas-: los promotores inmobiliarios quieren menos restricciones y tanto los municipios como el gobierno central han sido muy complacientes con ellos”. Espacios públicosLa base conceptual de la planificación urbana es la interacción humana. Mayores densidades implican una distribución del espacio público cónsona con la población a la que sirve y modelos de espacios públicos que atiendan poblaciones más diversas. Por tanto, explica Barinas, la interacción vecino-vecino que se pierde con el crecimiento vertical debe ser sustituida con modelos de interacción más creativos que fomenten la solidaridad, la salud colectiva y el ocio. “El Distrito Nacional necesita espacios públicos nuevos y que se dirijan a diferentes tipos de población, envejecientes, niños, adultos jóvenes y grupos sociales económicos diversos”, agrega el experto. La mayoría de los espacios públicos del Distrito Nacional, dice, se concentran en la parte sur y casi ninguno en el norte del municipio.