TRIBUNA ABIERTA

En las madres

Desde hace unos pocos meses me he involucrado en un bonito proyecto de ayuda a las madres adolescentes embarazadas en los barrios aledaños a Los Mina. El proyecto se llama Madres Tutelares, se desarrolla desde hace varios años en Fundación Sol Naciente bajo la dirección de Ramón Arnulfo López y tiene como objetivo promover embarazos saludables en estas pacientes. Se trata de un programa modelado por uno similar en Estados Unidos ñ supervisado por la organización Physicians for Peace ñ la cual tuve la oportunidad de conocer a través de una profesora de especialidad en Virginia. Hasta ahora he conocido a un grupo de aproximadamente 30 maravillosas adolescentes entre 15 y 19 años, todas embarazadas. Para algunas usuarias del programa ésta es su primera vez, para otras la segunda. He conocido usuarias recurrentes que no son madres activas porque sus bebés fallecieron al poco tiempo de nacer o porque están siendo criados por otras personas. Muchas han consumido alcohol en algún momento de su embarazo; ya sea por desconocimiento de su estado o por la creencia popular de que la cerveza no hace daño al bebé. Ninguna admite haber usado drogas sabiendo que estaba embarazada, pero todas saben dónde se vende el producto. Más de la mitad ya no está con su pareja. La mayoría tiene una pareja que es mayor de edad. Si la pareja es económicamente independiente, entonces suelen mudarse juntos. De lo contrario, la adolescente vive con algún familiar. Muchas son víctimas de abuso físico, por parte de sus parejas y de sus padres. Esto es parte de la cotidianidad. Todas estuvieron en la escuela en algún momento, la mayoría alcanzó, pero no ha terminado el bachillerato. Muchas creen que ya no pueden inscribirse, y no se acercan a las escuelas o a los horarios alternos que les permitirían continuar los estudios, ya sea por escasez de recursos, por miedo a la inseguridad o por otras razones. Algunas sienten vergüenza de estar embarazadas. La mayoría está contenta de ser futura madre. Todas están asustadas por el momento del parto. Mientras recorro el camino para llegar a mi lugar habitual de trabajo en una parte muy distinta de la ciudad, el regreso se me hace corto para comenzar a asimilar las expectativas tan distintas de las futuras madres dominicanas a cada lado del puente. No puedo evitar pensar que el futuro de nuestro querido país depende tanto de aquellas madres como de las de este lado. Este pensamiento me anima a trabajar por su bienestar y a divulgar su enternecedora historia. Dra. Elisa Fernández de Schecker.

Tags relacionados