“Una reflexión en el Día de los Padres”

El Evangelio según San Lucas nos trae hoy la oración del Padrenuestro: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino..., danos cada día nuestro pan, perdónanos nuestras faltas, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos ofende y no nos dejes caer en la tentación” (Lc 11,1-4) Atraídos por el ejemplo de Jesús, los discípulos le piden que les enseñe a orar. La oración del Maestro dirigida a Dios como Padre, se orienta hacia el Reino. Bella oración salida de los labios del propio Jesús hacia su Padre. Oración hecha por Él y que luego le enseña a sus discípulos para comunicarse con Dios Padre. ¿Cómo se comunican hoy en día los hijos con sus padres? Y ¿los padres con sus hijos? ¿Con BBs o personalmente? ¿Será por eso que este día pasa a veces desapercibido? ¿Están los papás presentes en los hogares? ¿Qué ejemplo siguen los padres de hoy para vivir su ¿vocación? de primeros educadores en la fe de sus hijos? ¿De poder presentarle a Jesús como su hermano mayor, como su mejor amigo? Hoy en día, se le presta mucha más atención a la educación en los negocios, arte, deporte, manejo de las computadoras, etc. pero se descuida el aspecto de la fe, de la educación en el amor a Dios y a los demás, a la defensa de la vida, a la castidad. Es por eso que estamos contemplando la violencia no solamente en los hogares, sino en muchos ambientes de la sociedad. La familia no está educando para la paz, para la solidaridad, ni para la fraternidad. Sino para la guerra y para el divorcio. Hay una fuerte competencia desleal en muchos medios de comunicación, donde sin contemplar el horario, continuamente están pasando material violento, pornográfico, con falta de ética, cuando los niños y los adolescentes se encuentran en los hogares, sin que nadie ponga freno, a pesar de tantas personas, que han gritado a viva voz, para que esto se evite. Los padres tampoco hacen nada. No están pendientes de qué están viendo los hijos por los medios de comunicación. No están pendientes de qué clase de amigos están saliendo de “juerga” con los hijos. Y como nos dijo el mismo Jesús: estamos cosechando lo que hemos sembrado. En este Año de la Fe, con nuestro Papa Francisco en Río de Janeiro compartiendo con la juventud universal, los valores propios de la fe, del amor y de la paz, de la fraternidad y de la solidaridad, vamos a pedir al Señor Jesús, que nos ayude a recapacitar en aquello que verdaderamente es importante para la crianza de nuestros hijos. Vamos a descubrir la luz de la fe, vamos a recuperar el carácter luminoso propio de la fe, pues cuando su llama se apaga, todas las otras luces acaban languideciendo. Y es que la característica propia de la luz de la fe es la capacidad de iluminar toda la existencia del hombre. Porque una luz tan potente no puede provenir de nosotros mismos; tiene que venir, en definitiva de Dios. La fe nace del encuentro con el Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor, un amor que nos precede y en el que nos podemos apoyar para estar seguros y construir la vida.” (Carta Lumen Fidei, de S.S. Francisco) A todos los padres en su día, que descubran la luz de la fe, para poder transmitírsela a sus hijos, que tanto lo necesitan. Amén