¿QUIÉN ESTÁ EDUCANDO AL PUEBLO?
¿Se aprende o se nace homesexual?
(Cont. II)En el artículo del domingo pasado, hablábamos de si la homosexualidad ¿se aprende o con ella se nace? El problema de la homosexualidad ha crecido un 100% y eso es alarmante y necesita atención. Algo está fallando en nuestra sociedad. Los padres debemos ser cuidadosos y atentos a nuestros hijos desde el momento en que nacen. Hay toda una cultura de sexo, hedonista y consumista que puede confundir al niño, al joven o al adolescente. Algunos psicólogos afirman que puede volverse homosexual: -Si un niño es sobreprotegido y se le cría como una niña y hasta lo llaman como niña. -Si desde pequeño se le induce a cosas opuestas a su sexo. -Muchas veces la ausencia del padre que los hace identificarse con la madre. En sentido general hay influencias ambientales para que una persona experimente la homosexualidad. Se le facilita. Ahora bien, se hace diferencia entre la conducta homosexual y ser homosexual. Una conducta equivocada de un momento no lo hace ser homosexual. La homosexualidad no es un virus que se pega. Eso no nace automáticamente, y no es solamente por el ambiente. Es algo más complejo. Por eso es que hay que estar alerta. Pues a tiempo, con una educación equilibrada y con mucho amor, se corrige. “La persona nace con un cuerpo, femenino o masculino, ella va realizando su identidad sexual. Un ser humano no necesariamente nace homosexual, se va haciendo homosexual. No hay estudios científicos del momento, que prueben que se nace con una homosexualidad, esta es mas bien aprendida. Es interesante conocer cómo se va formando la identidad sexual: A los 7 años se ha formado la identidad sexual. Esta identidad se podrá cambiar solo si hay confusión. De lo contrario no se puede cambiar, debido a la grabación en el cerebro sensorial (memoria sensorial). Pero si hay algo de confusión, se podrá utilizar la confusión sensorial para determinar, reforzar la identidad sexual de acuerdo con su cuerpo. A los terapeutas les toca ayudar a la persona a armonizarse para poder vivir su madurez afectiva. Por eso se deben procurar terapeutas cristianos preparados. Para distinguir la orientación sexual de la persona hay que remontarse a la infancia. Orientación homosexual, 1-2 años. De los 4-6 años tenemos el desarrollo de la heterosexualidad; de 7 años a la pubertad nos encontramos con una fase homosexual; en la pubertad tenemos otra vez la fase heterosexual. Será más importante la primera fase heterosexual, ya que no hay interferencia de la razón, por tanto la impresión sensorial será más fuerte. Si en la pubertad tiene un fracaso y desarrolla una práctica homosexual y consulta a gente no preparada, se le puede diagnosticar de homosexual, pero en el fondo no lo es. Cuando en la infancia o adolescencia no ha habido una evolución afectiva sana, el sujeto al necesitar expandirse buscará refugio o evasión, no en el complemento hombre o mujer, sino en el compañero o compañera del mismo sexo. En su gran mayoría esta tendencia se da en niños que han crecido en familias disfuncionales, se desarrollan en la inseguridad afectiva y buscan sentirse bien consiguiendo evadirse de la realidad circundante”. (Primer Congreso sobre Homosexualidad- Pastoral Juvenil ’95) La homosexualidad en las mujeres es diferente a los hombres. La mujer básicamente necesita ternura, amor. Muchas veces el abuso del hombre lleva a la mujer a la homosexualidad. El odio al sexo opuesto por malas experiencias. Por ejemplo, el abuso sexual cuando pequeños, la agresividad por parte de los padres o violación. Muchos psicólogos opinan que la mujer que de niña haya sido incomprendida por la madre o que nunca se le dedicara tiempo, que haya sufrido el disgusto y la decepción de los padres por no haber nacido varón o se sienta rechazada por los chicos por no ser bonita puede llevar a una vida homosexual cuando se convierte en adulta. Por falta de espacio, continuaremos el domingo que viene con el tema, que ha causado mucho interés por parte de nuestros lectores. ¡Dame Señor un corazón atento a las cosas que suceden alrededor nuestro, para poder evangelizar a tiempo y a destiempo como nos dice San Pablo. Amén