Fauna

Al rescate de las especies endémicas

Grandes historias de aves endémicas de la isla se encuentran en la clínica veterinaria del parque Zoológico Nacional Dominicano (ZOODOM). Cotorras, gavilanes y lechuzas han demostrado su fortaleza y deseos de vivir; la clínica del zoológico es su principal sostén. Allí las aves tienen una mano amiga: un equipo capacitado y preparado para protegerlas, asistirlas en su reproducción, alimentarlas y exhibirlas en áreas donde se sientan libres. Adrell Núñez, director del Departamento de Conservación y Ciencia del Zoodom, dice que en el dispensario implementan el programa Conservación de Especies de aves de la Hispaniola, dirigido a rescatar y rehabilitar especies amenazadas en el país. El programa fue galardonado con el premio de Conservación de Medio Ambiente de Ford Motor Company. Gracias a los fondos obtenidos con el galardón se hicieron infraestructuras en las áreas de crías. Cuando las aves llegan al zoológico deben pasar por el proceso de cuarentena, donde el animal tiene que pasar un periodo de tiempo para curarlo de enfermedades, desahogo y estrés. “Hemos hecho varias liberaciones de ejemplares, siguiendo los protocolos del proyecto, y han tenido unos niveles de supervivencia sumamente altas” expresa Núñez. Y añade: “Un ejemplo de estas es Pablo, una lechuza cara ceniza endémica de nuestro país. Fue rescatada de un grupo de campesinos analfabetos, que por simple superstición la asociaban con la mala suerte”. Todas las lechuzas, gavilanes, cotorras y otros tipos de aves forman parte de nuestro hábitat y están protegidas por la ley 64-00 que no permite la tenencia y captura de especies autóctonas. Las lechuzas cara ceniza son aves muy importantes para nuestro hábitat, ya que forman un control biológico para ratas y plagas. Son animales nocturnos y han sufrido una considerable mortalidad a manos de desaprensivos que las persiguen, afirma Núñez. Resalta que en el zoológico “Pablo” se ha criado como un animalito para fines educativos, es muy inteligente ya que conoce a su entrenador y a menos que no sea él quien lo saque de la jaula, no sale. Por asuntos de manejo y entrenamiento vive solo y separado en la clínica. No es un animal apto para volar de forma libre porque llegó pequeñito al zoológico y se ha familiarizado con los humanos. En el proceso de alimentación, las lechuzas hacen vínculos familiares con quien las alimenta. Es un animal de contacto, considerado el embajador del proyecto de conservación de lechuzas de República Dominicana en el zoológico. Junto a su entrenador visita colegios y escuelas e interactúa con los estudiantes mostrando sus habilidades. El gavilán y la cotorraAdrell Núñez, director del Zoodom, explica que el gavilán se alimenta de reptiles y ratones y es la especie de ave en mayor peligro de extinción ya que solo quedan tres ejemplares. Es afectado por la deforestación y personas que los capturan. Las cotorras y pericos ameritan una rehabilitación más complicada, ya que en la mayoría de los casos llegan a la clínica con lesiones, plumas cortadas y desplumadas. Esto es a causa de personas que le cortan las plumas, tumban las matas de palmeras (de predilección para su reproducción), desbaratan sus nidos y luego las venden. El proceso de rehabilitación de pichones es muy delicado porque hay que enseñarlos desde comer hasta volar y tardan un año para recuperar su plumaje, puntualiza Núñez. EDUCACIÓNEn las visitas a centros educativos, el entrenador hace referencia a las adaptaciones de la lechuza y por qué hay que protegerlas. Las iglesias, universidades, asilos de ancianos y otras entidades piden la visita de Pablo, la lechuza, para conocer más acerca de su especie. En el caso del gavilán que llegó a la clínica, este no puede volar porque tuvo que ser sometido a cirugías y perdió cuatro milímetros de hueso, ahora es utilizado para concienciar a la población sobre la situación actual de esta especie y para fines de exhibición. CUIDADOSEl zoológico se involucra en la conservación de especies endémicas, realizando estudios de cautiverio y de carácter médico, aplicando tratamientos a todos los polluelos nacidos en la zona del Parque los Haitises, ya que padecen de infecciones bacterianas causadas por las larvas de moscas que depositan sus huevos en la piel de los polluelos, y a medida que nacen se alimentan de la piel, causando heridas e infecciónes generalizadas que pueden causar su desaparición, según explica Adrell Núñez, director del Zoodom. ((ProtecciónEQUIPOSNúñez explica que este proyecto se desarrolla bajo la asesoría y cooperación de planes similares y de muy vasta experiencia, como el Centro de Rescate Arcas en Guatemala, La cotorra Puertorriqueña, El Word Parrot Trost, La Nacional Onianvi, entre otras iniciativas.

Tags relacionados