DESTINOS

¡Adiós, escuela! 

Y después de las Pruebas Nacionales ¿qué sigue? ¡El viaje de graduación! Viajar en grupo a un destino playero se ha convertido en una opción muy deseada por los jóvenes que finalizan el bachillerato. Antes, las mismas promociones organizaban su “graduation trip” o “grad trip”, pero, por comodidad y el crecimiento de este mercado, en la actualidad existen agencias que preparan paquetes y actividades especiales para estos grupos. “Es la última vez que los niños van a estar juntos, es un momento memorable para ellos”, dice Pedro Lajara, gerente de Operaciones de la filial dominicana de la agencia canadiense S-Trip. Lajara asegura que el costo de este tipo de viajes, una gran preocupación para algunos, no resulta tan elevado si se compara el pago con las actividades programadas, lo mucho que disfrutan los participantes y las memorias que quedarán. Además, la planificación de un viaje se inicia hasta con un año de antelación y los estudiantes pueden reservar con un depósito e ir haciendo los pagos hasta completar el monto total. Justo por estos días son las fechas calientes de los viajes de graduación. Y no solo para los dominicanos. Jóvenes de otros países aprovechan la combinación de sol y playa y la oferta todo incluido de los hoteles para decir adiós a los días de escuela. Lugares preferidosLos viajes de graduación casi siempre equivalen a playa, pues esta costumbre se inició con jóvenes llegados de países fríos ansiosos de disfrutar del sol y el mar. Aquí los estudiantes dominicanos se inclinan por destinos como Punta Cana y Samaná. Puerto Plata es otra opción, pero a este destino se dan cita con frecuencia los jóvenes norteamericanos. Viajes de graduaciónEl adiós a los días de escuela no se organiza de un día para otro. La filial dominicana de la agencia canadiense S-Trip sirve como muestra. Su gerente de Operaciones, Pedro Lajara, explica detalles de este tipo de viajes, así como similitudes y diferencias entre viajeros canadienses y dominicanos. Cuenta que ya tiene reservas de alrededor de 1,000 estudiantes canadienses que vendrán al país en el verano del 2014 a celebrar su viaje de graduación. ¿Los destinos favoritos en República Dominicana? Las preferencias varían. Los estudiantes dominicanos se inclinan por Punta Cana y Samaná, mientras que los llegados de Norteamérica, aunque no tienen ninguna preferencia en particular, son alojados en Puerto Plata. Aunque S-Trip organiza excursiones en México y Cuba, ninguna promoción dominicana ha viajado a esos destinos. La duración del viaje también varía. Los canadienses suelen pasar una semana completa en el destino escogido; los dominicanos, cuatro o cinco días. Lajara entiende que esto se debe a las diferencias en el poder adquisitivo. SeguridadLajara reconoce que manejar un grupo de adolescentes tiene su grado de dificultad. A los hoteles les preocupa el comportamiento de los jovencitos. A los padres, además de lo anterior, les preocupa la seguridad. “Lo que uno debe hacer es mantenerlos siempre ocupados y juntos”, dice Lajara. Otras estrategias incluyen la organización de fiestas privadas a las que solo tienen acceso los estudiantes. “Los problemas vienen cuando las fiestas no son privadas, en locales que tú no puedes controlar, pero todo el que está viajando con nosotros está en un recinto con nosotros y así tenemos el control de ellos”, explica. Los organizadores de un viaje de graduación tienen que incluir personal en razón de al menos uno por cada 15 o 20 estudiantes, y como medida de prevención a cada joven podría requerírsele presentarse ante un miembro del staff al inicio y al final de cada día. Los jovencitos y sus padres deben firmar un código de conducta que establece las reglas que habrá de cumplir cada estudiante durante el viaje so pena de ser devuelto a su casa antes de que este concluya. Asimismo, deben pagar un seguro que cubra daños causados en el hotel. En cuanto a las normas de conducta, hasta en este punto existen ciertas diferencias entre canadienses y dominicanos. A los primeros se les fija una especie de “toque de queda”, una hora a partir de la cual deben estar en sus habitaciones. Con los dominicanos, admite Lajara, esta medida no da resultado. Como solución, esta empresa en particular designa un personal del equipo que descanse por el día y acompañe a los jóvenes por la noche. Y hay más diferencias. Con los grupos de extranjeros no suelen viajar padres, pero ocurre distinto con los dominicanos. Una promoción de tamaño promedio, de algunos 50 estudiantes, llega a incluir hasta cuatro padres. “Eso a nosotros nos gusta porque es como un staff al que no tenemos que pagarle -bromea Lajara-. Están siempre atentos a las cosas y nos ayudan”. Se estila, sin embargo, que los progenitores no participen en todas las actividades -los chicos pueden sentirse cohibidos- y, por tanto, se les otorga un descuento. RestriccionesLas agencias tienen acuerdos con algunas cadenas u hoteles y al hacer la reservación, meses antes del “grad trip”, dan un número tentativo de las habitaciones que ocuparán. Aun así, los hoteles pueden imponerles límites. Lajara dice que en Punta Cana, por ejemplo, los hoteles no les permiten tener más de 300 o 400 estudiantes en un mismo complejo. Y eso es en el caso de que acepten hospedarlos. Algunos hoteles prefieren no exponerse a una “invasión” de adolescentes. ¿Por qué? Lajara considera que los hoteleros quieren asegurar la tranquilidad del resto de sus huéspedes y no desean “tener a todos esos muchachos voceando todo el día”. La agencia puede minimizar ese impacto organizando excursiones fuera del hotel durante todo el día y fiestas privadas en la noche. A pesar de eso, Lajara tiene una recomendación para aquellos que desean encontrar calma y relajación en un resort playero: trate de evitar la temporada de los viajes de graduación. Intercambio y voluntariadoEl viaje de graduación ofrece la oportunidad de experimentar un breve intercambio cultural. En el caso de S-Trip, como se trata de la filial de una empresa de Canadá que organiza también viajes para estudiantes de República Dominicana, los jóvenes de ambas naciones pueden coincidir en los hoteles y las actividades. Por otro lado, buscan incluir en la agenda no solo excursiones, sino también voluntariado. La visita a orfanatos o escuelas se vende como una excursión más dentro del programa y los estudiantes que deseen pagan para participar en ella; no es obligatorio. A pesar de su carácter voluntario y de que requiere un pago extra, este tipo de visitas ha calado entre los turistas; no así entre los criollos.

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