A ESTUDIAR CON MAMÁ

Crianza creativa

Para lograr el balance entre ocupaciones e hijos, hay que ponerse creativo y esto requiere tiempo para adaptar la dinámica del hogar.

En la apretada agenda de los adultos de hoy, rara vez están sus hijos. Muchos padres confiesan con tristeza haberse divorciado de sus vástagos, o lamentan que, en su ausencia, sus hijos crecieron y ya no saben ni siquiera quiénes son. “La participación de los padres en la formación y crianza de los hijos en estos tiempos, donde todos están apurados en lograr y buscar un estilo de vida y un nivel material cada vez superior, es muy importante”, resalta Olga María Renville, psicóloga y terapeuta. Para lograr el balance entre ocupaciones e hijos, hay que ponerse creativo y esto requiere de una inversión de tiempo para adaptar la dinámica del hogar y sus integrantes para elaborar un plan de acción.

(( ¡A trabajar!Incorporar a sus hijos adolescentes al trabajo de su empresa ha sido una salvación para Albania Pérez. “Trabajar en Relaciones Públicas es un trabajo sin horario, y en un momento sentí que había perdido a mis hijos. Realmente tuve que organizarme y aprender a no negociar el tiempo de ellos”, dice la empresaria. Involucrarlos en su trabajo le ganó más tiempo de calidad que puede compartir y a la vez le ha permitido que conozcan el valor de las cosas y tengan más responsabilidad. “Mi hijo mayor (19 años) me ayuda a repartir invitaciones y materiales para los distintos eventos en los medios, y mi hija menor (13),

(( Tareas juntosEl momento de hacer las tareas y estudiar es perfecto para interacturar con los niños. Si no puede participar durante la semana, tómese unos minutos los fines de semana para hacer un repaso general de como es más creativa me ayuda con los recortes que van saliendo y organiza carpetas para los clientes”, comenta Pérez. Su tercer hijo, de 15 años, es el único que no siente interés por sus actividades, sino que prefiere jugar béisbol. “Me encargo de ir siempre a buscarlo, porque ese tiempo lo pasamos juntos y de paso conozco a sus compañeros y hablo con el entrenador”, dice su madre. los contenidos. “De esa forma no sólo pasamos tiempo juntos, sino que además veo cómo el niño va avanzando y en cuáles áreas necesita refuerzo”, dice María Nova, madre de Edwin, de 9 años. El encuentro de tareas puede ser una cita entre usted y su hijo.

(( A todos ladosHay padres que consideran que sus hijos no están preparados para la vida, por ende entienden que no tienen nada que hablar con ellos o que no pueden salir juntos o compatir las mismas actividades. No subestime a su hijo o hija. Háblele de igual a igual y, si es posible, deje que lo acompañe adonde tenga que ir. Así ganarán ambos un amigo.

MÁS TIPS- Depresión. Cada vez hay más niños y adolescentes depresivos, cuyos valores son vulnerables al medio social que los rodea y donde sus niveles de autoestima dependen más del tener que del ser. - Valores. Solo una crianza presencial y responsable puede evitar que sus hijos crezcan empeñados en las marcas y la competencia malsana. - Ejemplo. Dentro del rol de padre y madre, donde el tiempo gira a veces en contra nuestra, es importante ilustrar con ejemplos de conductas y guiar con valores la educación de los niños y adolescentes.

Tiempo de calidad para los hijosNo importa qué tan demandante sea su trabajo, la crianza de sus hijos es una responsabilidad que usted no querrá delegar en maestros, niñeras, cuidadores u otros miembros de la familia. Olga Renville, psicóloga clínica y terapeuta, explica que cuando una persona asume ser padre o madre debe hacerlo con la responsabilidad que este rol representa. “La vida de los niños que están bajo su cuidado, debe tener garantías no sólo en aspectos materiales, sino también afectivas, de atención y disciplina”. Nadie cuida, guía, corrige o comparte como mamá o papá. Nadie. Es lamentable la cantidad de niños y adolescentes huérfanos de padres vivos a causa de la prioridad excesiva que dan los padres a sus obligaciones laborales. “La ausencia de los padres, crea en muchos casos una sensación de abandono, llevando a los niños en ocasiones a comportarse y sentirse como si fueran huérfanos, con necesidades materiales cubiertas, pero con grandes vacíos emocionales y psicológicos que llevan a depresiones y en ocasiones algunas conductas antisociales que tanto preocupan”, dice Renville. CreatividadLo increíble es que muchos de esos problemas se solucionan con medidas simples y creativas. Carmen Lorenzo, madre de dos hijos, un joven de 20 y una niña de 11, suele tomarse una noche a la semana o cada 15 días para invitar a sus hijos a cenar. “Les preparo una cena formal y gourmet en nuestra propia casa. Los invito formalmente y ellos se sientan a la mesa bien vestidos”, dice la madre. Para Lorenzo es una forma de compartir con sus hijos y de mimarlos, que se sientan importantes sin tener siquiera que salir de la casa. Albania Pérez, madre de tres adolescentes, dictaminó que en su casa el almuerzo es sagrado. Ante su difícil horario como empresaria de las relaciones públicas “el almuerzo se convirtió en el espacio donde yo y mis hijos nos ponemos al día y organizamos cosas pendientes”, dice. Responsabilidades“La creatividad al momento de educar y asignar responsabilidades es muy importante para que la disciplina se pueda conjugar con el afecto, sin convertirse en una tormenta, una lucha de poder o la ruptura de los canales y códigos de comunicación entre padres e hijos”, dice Renville. Carla Gutiérrez, madre de una niña de 8 años, asegura que tuvo que limitarle el uso del televisor a su pequeña. “Me di cuenta de que cuando estaba frente a la pantalla no escuchaba a nadie, estaba como aislada, como ida”, comenta. El acuerdo fue permitir sólo una hora de muñequitos y luego una hora de juegos con mami en vez de dos horas de televisión. “El hecho de establecer horarios para el uso de aparatos tecnológicos de acuerdo a la edad y las necesidades del niño o el adolescente, son temas a tomar en cuenta dado que el abuso de estos fomenta el aislamiento y debilita la habilidad de comunicarnos con los demás”, dice la experta en la conducta humana. Pero ese establecimiento de horarios también debe aplicar para los padres, pues si no se predica con el ejemplo no se puede pretender tener autoridad para prohibir. Gutiérrez comenta que mientras su pequeña aprovecha su hora de televisión ella revisa sus mensajes, “para dedicarle la siguiente hora a ella sin tener que estar mirando el celular constantemente”. Olga Renville comenta que si bien es cierto que la ausencia constante de los padres es dañina para la formación de los hijos también existen necesidades básicas que los progenitores deben suplir. Cuando la familia es tradicional la carga es menor, pues ambos padres pueden turnarse, pero en las monoparentales el reto es todavía mayor. ((La ausencia de los padres crea una sensación de abandono que lleva a los niños a sentirse huérfanos, con necesidades materiales cubiertas pero con grandes vacíos emocionales.

((ConsejosLas actividades extracurricularesSi ha decidido inscribir a sus hijos en actividades extracurriculares, como clases de arte, idiomas o en sala de tareas, sepa que esto no debe transformarse en su excusa para no ver a sus hijos. Antes que nada sea responsable en evaluar cuál de esas actividades es realmente importante para la formación de su hijo o hija y, sobre todo, que es de su total agrado. Si finalmente decide apuntarlo puede aprovechar el espacio de ir a buscarlo y traerlo para conversar y pasar un tiempo juntos. Si trabaja mucho durante la semana trate de hacer espacio innegociable para sus hijos los fines de semana. Puede ir con ellos al cine o realizar alguna actividad que todos disfruten. Los más pequeñosMuchos padres y madres de hoy dejan a sus hijos pequeños al cuidado de una niñera durante todo el día. Algunas nanas incluso llevan los niños a la escuela y los recogen, los llevan a la consulta del pediatra y a los cumpleaños. Esto puede resultar más cómodo para algunos, pero no es recomendable si se desea fomentar el vínculo con el infante. Además, no se traen hijos al mundo para ser criados por otros. La labor de la niñera e incluso de la guardería, tienen un límite. Ser padre implica la respondabilidad de dar, dentro de las posibilidades, amor y tiempo de calidad. Alimentar, bañar, dormir al infante o tirarse al piso a jugar con él, son momentos que no tienen precio, pero sobre todo que no vuelven. Hay que tratar de aprovecharlos hoy.

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