NUTRICIÓN

El balance energético

El positivo ocurre cuando la ingesta es mayor que el gasto de energía y el resultado es ganancia en peso corporal. Mientras que el balance energético negativo implica un ingreso energético menor que el gasto y se refleja en la pérdida del peso corporal

El balance energético representa el equilibrio entre el ingreso energético proporcionado por el alimento y el gasto de energía cuando el organismo se mueve. Los cambios en este balance se reflejan directamente en el peso corporal. De acuerdo con la nutricionista dietista, Consuelo Pardo Escallón, el balance energético positivo ocurre cuando la ingesta es mayor que el gasto de energía y el resultado es ganancia en peso corporal. Mientras que el balance energético negativo implica un ingreso energético menor que el gasto y se refleja en la pérdida del peso corporal. El gasto energético, señaló: “está regulado principalmente por la tasa metabólica basal, o sea lo que el organismo gasta energéticamente para realizar sus actividades biológicas, como son respirar, latir del corazón, circulación de la sangre, los impulsos nerviosos entre otros, en condiciones de reposo”. Asimismo, el gasto energético está regulado por el efecto térmico de los alimentos, que significa la cantidad de energía gastada para procesar los alimentos consumidos y su proceso desde la digestión, metabolismo o utilización de sus nutrientes como la eliminación de sus subproductos. Pardo agrega que, “la actividad física, regular o intensa es un factor que incide en el gasto energético”. La especialista se refirió al tema “Balance Energético”, recientemente en el Simposio Latinoamericano de Medicina Interna celebrado en un hotel de la zona de Bávaro. Durante su intervención informó que las necesidades o requerimientos energéticos han sido estimados por los organismos internacionales de la FAO/OMS/ONU. Su última actualización dijo que tuvo lugar en el 2002. Pardo profundizó al explicar que “las necesidades energéticas se definen como el consumo de energía indicado para mantener el balance energético, compatible con la salud de un adulto, de edad, sexo, estatura, y nivel de actividad físico definidos”. También agregó que: “para fines prácticos en trabajo con comunidades, se determinó que el promedio recomendado en adulto es de 2000 calorías al día” reveló. Según la experta en nutrición, una caloría tiene la medida de energía proveniente de los alimentos y su composición de nutrientes puede provenir de proteínas, grasas o los carbohidratos, y dijo además que la proteína y el carbohidrato aportan 4 calorías por gramo y la grasa aporta 9 calorías por gramo. Las calorías de estos nutrientes se deben expresar en medida de energía y por ello se deben multiplicar por 4,184 kilojoules (unidad de energía). El valor energético o calórico de un alimento se estima de acuerdo con su composición,( la cantidad de proteína, carbohidrato y grasa que contiene en una cantidad determinada). La distribución de los nutrientes es de acuerdo a la función que cumplen dentro del organismo, que pueden ser constructores, energéticos de reserva o de energía de utilización. Nutrientes y aporte calóricoProteína 4 calorías (17 kJ)Carbohidrato 4 calorías (17 kJ)Grasa 9 calorías (37 kJ) ((ObesidadFactores que inciden en ellaLa obesidad es causada por una amplia variedad de factores; desde el genético, fisiológico, cultural y emocional, al igual que de comportamiento o del estilo de vida. Prevenir la obesidad es responsabilidad de todos. A nivel individual debemos tomar conciencia de lo que estamos consumiendo de alimentos y bebidas frente a lo que gastamos al realizar actividad física. Para ello, debemos conocer el nivel calórico de los alimentos y bebidas, reportado por porción del alimento.El entorno también juega un papel importante en la prevalencia de la obesidad. Las personas deben tener derecho a un entorno saludable, que facilite la consecución de alimentos balanceados y la realización de actividad física moderada o intensa. Sin embargo, para mantener el equilibrio calórico entre lo que se consume y se gasta, la doctora Pardo explicó que hay que desarrollar hábitos de alimentación saludable que contribuyen a prevenir la obesidad. Para bajar de peso corporal se debe reducir la ingesta total de calorías, incluyendo los carbohidratos (entre ellos el azúcar), las proteínas y las grasas. Se debe sustituir las grasas saturadas por las insaturadas y aumentar el consumo de frutas, hortalizas, leguminosas, cereales integrales y frutos secos. Y claro está, se debe establecer el hábito de realizar actividad física suficiente para mantener el equilibrio energético. Lo recomendado por la comunidad científica es actividad física de intensidad moderada durante 30 minutos al menos 5 veces a la semana.

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