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SALUD

Trastornos visuales en los niños

EL ASTIGMATISMO Y LA MIOPÍA SON LOS MÁS FRECUENTES

¿Su niño se acerca mucho los juguetes a los ojos? ¿Lagrimea constantemente? ¿Sufre de dolores de cabeza con frecuencia? Entonces debe prestar atención a estos síntomas porque podría tratarse de algún trastorno visual. Los problemas visuales en niños pueden acarrear consecuencias muy serias; desde la disminución del rendimiento académico hasta limitaciones en su desarrollo, por lo que es muy importante conocer, prevenir y tratar este tipo de anomalías desde temprana edad. La detección a tiempo es lo que permitirá actuar en el momento oportuno y es en los padres en quienes recae la mayor responsabilidad. En este sentido, la cirujano oftalmólogo Yesenia Matos destaca que la primera evaluación oftalmológica debe realizarse a los tres años de edad y sugiere que a partir de entonces se realicen chequeos de rutina al menos una vez al año, siempre y cuando no se detecte algún problema que amerite atención especial. “La primera evaluación oftalmológica se realiza a los tres años de edad, en caso de que el padre no vea ningún síntoma antes de esa edad, por ejemplo, si se trata de un paciente prematuro necesariamente debería recibir su primera evaluación a los cuatros meses”, puntualiza la especialista. Trastornos más frecuentesSegún la doctora, los defectos refractivos son algunas de las enfermedades más frecuentes en los niños. A la vez explica que estos son trastornos que impiden que el ojo pueda percibir las imágenes de forma adecuada y entre los principales se encuentran la hipermetropía, el astigmatismo y la miopía. Salto de líneas en la lectura, confusiones y distorsiones de las letras, imágenes que se entrecruzan, impedimento de la visión tanto de lejos como de cerca, son sólo algunos de los síntomas que estas anomalías provocan. Otros defectos citados por la doctora, aunque menos comunes, son la conjuntivitis alérgica, el estrabismo (los llamados bizcos) y la obstrucción del conducto lagrimal el cual ocasiona el lagrimeo espontáneo. Estas alteraciones pueden ser congénitas o adquiridas durante el crecimiento. Síntomas La experta explica que de percibirse síntomas como lagrimeo, dolores de cabeza frecuente, ojos rojos, si el niño entrecierra mucho los ojos o se acerca demasiado a los juguetes, estos suelen ser signos de alguna alteración y de inmediato debe ser evaluado por un especialista.Con relación a los bebés, en caso de tener un lagrimeo constante o acumulación de secreciones en el canto interno del ojo, también deben ser evaluados. Yesenia Matos comenta que estos son sólo algunos de los síntomas más corrientes y evidentes, sin embargo, señala que existen otras patologías comunes que no manifiestan síntomas, como la ambliopía u ojo vago y por lo tanto es más difícil para los padres darse cuenta, “por eso es importante la evaluación”. Así mismo, la especialista hace especial énfasis en que si un niño tiene una pupila blanca debe recibir evaluación oftalmológica “urgente porque podríamos estar hablando de un retinoblastoma, lo cual merece tratamiento rápido porque es un tumor orbitario y esto se trata de un problema grave”. Según la doctora Matos, los defectos refractivos se logran corregir con el uso de lentes, y enfatiza que es fundamental dar seguimiento a estos problemas, ya que podrían provocar otros más graves. (+)TRATAMIENTOS Y RECOMENDACIONESSegún la doctora Matos, los defectos refractivos se logran corregir con el uso de lentes, y enfatiza que es fundamental dar seguimiento a estos problemas, ya que podrían provocar otros más graves. Expone que el estrabismo también tiene solución ya sea con cirugía, lentes o parchos los cuales impiden que el ojo se vuelva vago (disminución de la agudeza visual). Para los problemas que son causados por alergias se utilizan gotas especiales, mientras que el retinoblastoma requiere intervención quirúrgica. Matos insiste en que la evaluación anual con un especialista es lo que permitirá detectar y corregir a tiempo estas dificultades. Además ofrece algunas recomendaciones que, a su juicio, pueden ayudar a los padres a medir la agudeza visual de sus niños permitiéndoles determinar si existe alguna alteración. Aconseja que los padres les muestren cartillas con figuras especiales y les pregunten qué están viendo. A los más pequeñitos que aún no pueden hablar se les puede colocar una lamparita para verificar si con los ojos pueden seguir la luz. Por último, indica que la higiene juega un papel fundamental, ya que el polvo y otros factores externos pueden ser causantes de alergias, por lo tanto, es necesario lavar las manos del niño con frecuencia para evitar que se lleve bacterias al frotarse los ojos, factor que podría agudizar un problema ya existente.

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